sábado, 29 de junio de 2013

LAS BARRACAS DE SAN CAYETANO


Cuando era niño, en mi pueblo se celebraba todos los días 8 de agosto, la festividad de San Cayetano, ya que este era el "patrón" no oficial del pueblo, pues ese honor corresponde a San Francisco de Asís, pero el cariño que profesa Crevillent a San Cayetano lo hace también ser "patrón" por méritos propios.
En aquel tiempo se celebraba esta festividad en una plaza llamada "Del Calvario" en la que la semana anterior a este día, se montaban unas 4 o 5 barracas de madera en las que se vendían juguetes. Era tradición desde hacía más de 50 años que vinieran estos feriantes desde los pueblos de la Vega Baja e incluso de Alcoy, Ibi, Onil, para que a todos los niños crevillentinos se nos regalara un juguete cuando acababan las vacaciones de verano para los adultos, porque en aquel tiempo eran en Julio, no en Agosto como hoy en día.
Todos los niños subíamos todos los días a ver los juguetes con ilusión, pues toda clase de ellos había en aquellas barracas, desde que empezaba la semana festiva hasta que acababa el domingo siguiente, no había día que no estuviéramos merodeando por allí.
Siempre convencía a mi tío y a mi abuela para que me dieran dinero para comprarme algo, y también mis padres subían un día conmigo para que eligiera un juguete y me lo regalaban. Comprábamos petardos, objetos de broma, dulces y tonterías . 
También ponían una feria con su noria, sus cochecitos de topar, sus caballitos, y un montón de puestos de petardos, de chucherías, máquinas de helados, y la gente se subía a cenar en unas mesas que el barrio ponía para este evento.
Recuerdo como si fuera ayer el olor de los puestos de manzanas dulces, de la pólvora de los petardos, la música y el ruido de la gente y de los puestos de la feria, y sobre todo de la ilusión con la que la gente lo vivía.
¡Queda tan lejos todo aquello!, pues poco a poco se fue perdiendo aquella tradición, los tiempos cambian y la gente va dejando que lo bueno desaparezca, hoy en día prefieren comprar los juguetes en los centros comerciales, las ferias ya no son lo que eran, siguen habiendo, por supuesto, pero parece que por lo menos, en el caso de Crevillent, ya no se quiera disfrutar de todo lo que tuvimos y lo dejamos perder por nuestra apatía y dejadez.
¡Cómo me gustaría volver a sentir aquella ilusión de niño, y volver a ver aquellas barracas, aquellos colores, ruidos, olores y sabores de nuestra niñez!, pues es bonito recordar todas estas cosas, a mí por lo menos me hace sentirme bien saber que todo eso lo he vivido, me gusta volver a ser niño, aunque sea solo en el recuerdo.

domingo, 23 de junio de 2013

VISIONES E IDEALES



Los soñadores son los salvadores del mundo. Del mismo modo que el mundo visible se sostiene en lo invisible, así también los hombres a través de sus du-ras pruebas, sus faltas y sus sórdidas vocaciones se nutren con las hermosas visiones de los soñadores solitarios. La humanidad no puede olvidar a sus soñadores, no puede dejar que sus ideales desaparezcan y mueran, vive en ellos, los conoce como las realidades que algún día verá y conocerá.
El compositor, el escultor, el pintor, el profeta, el sabio, éstos son los hacedores del mundo del más allá, los arquitectos del cielo. El mundo es hermoso porque ellos han vivido; sin ellos la humanidad trabajadora perecería.
Aquel que adora su hermosa visión, un alto ideal en su corazón, un día lo verá realizado.
Colón abrigó la visión de otro mundo, y lo descubrió: Copérnico concibió la visión de una multiplicidad de mundos y de un universo más amplio, y lo reveló: Buda tubo la visión de un mundo espiritual de inmensa belleza y perfecta paz, y entró en él.
Ama tus visiones, ama tus ideales, ama la música que se mueve en tu corazón, la belleza que se forma en tu mente, el amor que adorna tus más puros pensamientos pues de ellos surgirán las deliciosas condiciones, el entorno celestial; a partir de ellos, si te mantienes fiel, se construirá finalmente tu mundo.
Desear es obtener; aspirar es lograr. ¿Obtendrán los más bajos deseos del hombre gratificación y sus más puras aspiraciones morirán por falta de sustento? Ésa no es la ley: eso nunca sucederá: "Pedid y recibiréis".
Abriga sueños elevados, y lo que sueñes, en eso te convertirás. Tu visión es la promesa de lo que serás algún día; tu ideal es la profecía de lo que finalmente revelarás.
El logro más grande fue primero, y por un tiempo, un sueño. El roble duerme en la bellota; el pájaro espera en el huevo; y en la visión más elevada se agita un ángel. Los sueños son las semillas de las realidades.
Tus circunstancias pueden ser desagradables pero no seguirán siéndolo durante mucho tiempo si percibes tu ideal y te esfuerzas por alcanzarlo.
Lo que cultivas en tu interior no puede dejar de manifestarse en el exterior.
Pongamos el caso de un joven presionado por la pobreza y el trabajo, confinado a trabajar muchas horas en un taller insalubre, sin educación, sin ningún refinamiento. Pero él sueña con cosas mejores; piensa en la inteligencia, el refinamiento, la gracia y la belleza. Concibe una condición ideal, la construye mentalmente; la visión de una mayor libertad y un mayor campo de acción toma posesión de él; la intranquilidad lo urge a la acción, y utiliza todo su tiempo libre y todos sus medios, aunque sean pocos, para desarrollar sus poderes y recursos latentes. Muy pronto, tanto es lo que ha cambiado su mente, que el taller en el que trabaja ya no le puede retener. Ha dejado de estar en armonía con su mentalidad hasta tal punto que desparece de su vida como un traje viejo que se deja de usar y, con el surgir de oportunidades que encajan con la amplitud e sus cada vez mayores poderes, lo abandona para siempre. Años más tarde, este joven se ha convertido en todo un hombre. Domina ciertas fuerzas de la mente que ejerce con influencia mundial y con un poder casi inigualable. En sus manos están las cuerdas de grandes responsabilidades; habla y he aquí que muchas vidas son transformadas; hombres y mujeres escuchan sus palabras y remoldean sus caracteres, y, como el sol, él se convierte en el centro fijo y luminoso alrededor del cual giran innumerables destinos.
Ha realizado la visión de su juventud. Se ha convertido en uno con su ideal.
Y tú, también, lector, realizarás tu visión (no el vano deseo) de tu corazón, ya sea bajo o hermoso, o una mezcla de ambos, pues siempre gravitarás hacia aquello que tú, secretamente, amas más. En tus manos se colocarán los resultados exactos de tus propios pensamientos; recibirás lo que te has ganado, ni más ni menos.
Cualquiera que sea tu entorno actual, caerás, permanecerás o te elevarás con tus pensamientos, tu visión, tu ideal. Te volverás tan pequeño como el deseo que te controla; tan grande como la aspiración que te domina. En las hermosas palabras de Stanton Kirkham Davis:  "Puedes estar llevando las cuentas, y pronto atravesarás la puerta que te parecía una barrera para tus ideales, y te encontrarás ante el público--la pluma todavía detrás de tu oreja, la manchas de tinta en tus dedos--y entonces, y en ese momento, brotará el torrente de tu inspiración. Puedes ser un pastor de ovejas, y merodearás por la ciudad bucólico y con la boca abierta--; caminarás bajo la intrépida guía del espíritu hacia el estudio del maestro, y después de un tiempo te dirá:  "No tengo nada más que enseñarte" . Y entonces, te habrás convertido en el maestro, que hasta hace poco soñaba con grandes cosas mientras conducía a las ovejas.
Abandonarás la sierra y el cepillo para encargarte personalmente de la regeneración del mundo"
Los que no piensan, los ignorantes y los indolentes, como sólo ven los efectos aparentes de las cosas y no las cosas en sí mismas, hablan de suerte, de fortuna, y de azar. Al ver que un hombre se hace rico, dicen:  "¡Qué suerte tiene!". Al observar que otro se convierte en un intelectual, exclaman: "¡Que favorecido está!". Y , notando el carácter santo y la amplia influencia de otro, comentan: "¡Cómo los ayuda el azar!". No ven las pruebas, los fracasos, los esfuerzos a los que estos hombres se han enfrentado voluntariamente para adquirir experiencia; no saben los sacrificios que han hecho, los esfuerzos que han realizado , la fe que han demostrado para sobrellevar lo aparentemente imposible y realizar la visión de sus corazones. No conocen la oscuridad y las penas del corazón; sólo ven la luz y el gozo, y lo llaman "suerte"; no ven el largo y arduo camino, sólo tienen presente el logro, y lo llaman "buena fortuna"; no entienden el proceso, sólo perciben el resultado, y lo llaman "azar".
En todo los asuntos humanos hay esfuerzos, y hay resultados, y la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado. El azar no lo es. los "dones", poderes y las posesiones espirituales, materiales, intelectuales son los frutos del esfuerzo; son pensamientos realizados, objetivos conseguidos y visiones materializadas.
La visión que glorificas en tu mente, el ideal que entronas en tu corazón, con esto construirás tu vida, en esto te convertirás.

Extraído del libro de James Allen " COMO UN HOMBRE PIENSA, ASÍ ES SU VIDA"

domingo, 9 de junio de 2013

REGRESO DEL LIMBO...


Se podría decir que conozco el infierno, aunque la definición de "infierno" tiene muchos matices y muchas formas que al fin y al cabo derivan en una sola, "el sufrimiento".
Se podría decir que yo he estado por dos veces y durante largo tiempo en aquellas regiones en las que la vida se torna dolor, sufrimiento y desesperanza, como en la Divina Comedia de Dante, he vagado entre el limbo de la incertidumbre ante la enfermedad y el infierno del tratamiento y sus consecuencias, por dos veces y en un intervalo de 9 años he conocido aquellas regiones y no son nada recomendables.
Cuando por primera vez me senté en un sillón a ponerme el tratamiento de quimioterapia, fue como si penetrara en un pozo tan oscuro y tan profundo, que me nubló de tal forma mi vida y mi pensamiento que hasta pensé que la muerte podría ser un alivio a tanto dolor infringido por esos venenos que corrían por mis venas y me provocaban todos aquellos síntomas tan jodidos.
A veces pensé en tirar la toalla, pero la esperanza siempre estaba ahí y me aferraba a ella como el que se aferra a un clavo ardiendo si cae al vacío, pues era lo único que me quedaba. Reducido a un cuerpo convertido en un guiñapo por aquellos venenos "curativos" me ví dentro de una especie de limbo en el que transcurría mi vida, con todas las exigencias de la misma y con todo el contenido de cualquier vida pero como viviendo en un estado diríamos de inconsciencia "consciente", en la que todo me daba igual, pero a la vez tenía que pensar en todo, como digo, un "limbo" entre el infierno y el "cielo" de la vida normal.
Mi mente era un torbellino de pensamientos, de esperanza, de vacío, de un "vivir sin vivir en mí", pues me refugiaba en regiones de mi interior en los que mi mente viajaba unas veces al pasado de mi infancia, hacia tiempos felices, otras hacia mundos creados en mi interior en los que moraba durante horas para intentar aliviar el sufrimiento que tenía en mi interior, cree mi "refugio interior" del que alguna vez he hablado en este blog.
No fue una experiencia agradable todo el proceso de mi primer tratamiento, pero aprendí mucho de todo ello y creo que salí renovado como persona y mi espíritu comprendió un poco la verdadera esencia del "sufrimiento" pues no es otra que la de hacerte más fuerte, como dijo Nietsche:- Lo que no te mata, te hace más fuerte- y así es.
Nueve años después, se me volvió a diagnosticar otra vez la enfermedad y esta vez el tratamiento fue mucho más agresivo que el anterior, además de experimental y más tóxico.
De nuevo me sumergí en el pozo y en el "infierno", pero esta vez sabía a donde iba, o eso creía yo, hasta que me dí cuenta que nunca se está lo suficientemente preparado para visitar esas regiones, pues allí está completamente solo y solo tú puedes salir de ellas renovado o vencido.
Durante 4 largos meses estuve otra vez en el limbo de la vida, entre las exigencias de la misma y las exigencias de la enfermedad y otra vez aquella sensación de incertidumbre hacia el futuro y ante todo.
Para ponerme aquel tratamiento se me implantó un Reservorio Venoso, o portacat que me ayudó mucho y me dio calidad de vida durante el mismo.
El pasado jueves me lo retiraron, y con él se retiró la poca seguridad que tenía, pues era una especie de nexo de unión que me ligaba a la "vida oncológica", pues la rutina de limpiármelo cada mes y medio me hacía visitar la sala de oncología donde se administran las quimioterapias, ahora tengo un sentimiento como de "orfandad" pero a la vez de esperanza y de libertad. No sé si esta decisión ha sido o será para bien, espero no tener que volver nunca más a esas regiones de las que hablo, y si tuviera que hacerlo no sé si sería mejor no saber donde voy o saberlo como lo sé, quizás ignorarlo todo haga más tolerable lo que te venga, ya que el dolor te pilla por sorpresa y no lo sufres dos veces como cuando lo anticipas.
Ahora me siento de vuelta de aquellas regiones, me siento con fuerzas para afrontar la vida y lo que venga, pues nunca me he ido, aunque si he transitado durante demasiado tiempo en una tierra sin nombre llamada "incertidumbre", pero me he dado cuenta de que todos en cierta manera transitamos siempre por ella, pues ¿qué es la vida?, sino una eterna incertidumbre.