domingo, 17 de mayo de 2015

EXTRAÑA VIDA



Cuando hecho una mirada atrás en el tiempo, hacia mi pasado, hacia la distancia temporal que separa mi actual edad con mi infancia, me da una sensación como de vértigo, como de desazón y miedo por ver como se ha consumido todos esos años y me han parecido un suspiro. Ya lo dijo Einstein en su teoría de la relatividad, el tiempo es flexible, y como su propio nombre indica, relativo, pero la realidad es que cuando más mayor te haces parece ir más deprisa tu reloj interno y sientes que el tiempo se escapa entre las manos como lo hace el agua al cogerla.
La vida es algo realmente extraño, es una mezcla de vivencias, de malos ratos, de buenos, de odio, de amor, de ira, de tranquilidad, de caos, de sentimientos, de no sentir, de no querer pensar, de pensar, de ver que todo cambia y todo desaparece y que siempre, siempre, todo acaba.
Todo pasa, pasan los años, pasan las personas, pasan las circunstancias, pero siempre queda algo en el poso de nuestro ser, y ese algo es el recuerdo de lo vivido, vivir es recordar y cuando llegamos a la vejez, si podemos llegar, es ahí cuando vivimos de los recuerdos. Cuantas personas mayores vemos con la mirada perdida en algún punto y que decimos, está lelo o absorto, pero no, está viviendo en su interior, en sus recuerdos, en su vida pasada, rememorada por el alma a través del cerebro y volviendo a vivir los benditos momentos con los padres, el primer amor, el primer beso, los buenos tiempos y también los malos, pero siempre y probablemente se suele recordar mejor los tiempo buenos que los "otros", o por lo menos la mayoría lo hace.
Es tan extraño esto de vivir, sobre todo cuando tu vida es algo más que un suceder de días, meses y años en un camino casi lineal, como viven la mayoría de personas "normales", naces, creces, estudias, o no, trabajas, tienes pareja, o no, o vives de una forma más o menos "ordenada" por las normas sociales o por la inercia que te lleva la sociedad, y lo consideras normal y lo ves bien el vivir así, y es lo deseable.
Pero a veces la vida te da palos tremendos, trastoca todo tu Mundo y te enseña la cara jodida de ella, y te das cuenta de que el sufrimiento, el dolor y la muerte, existen, que no son cosas que le pasan a los demás sino que son cosas que están ahí y todos estamos expuestos a ellas. Ya sean enfermedades, muertes, desgracias de todo tipo, ruinas, desempleo, etc., situaciones que nos hacen dudar de si vale la pena seguir viviendo y seguir en este Mundo, pero al fin y al cabo todo lo que nos pasa en la vida pienso que debe de ser por alguna razón, aunque no la sepamos, pero siempre acabamos aprendiendo de todas nuestras circunstancias adversas y ese es el verdadero sentido de pasar por ellas, aprender, y salir más fuerte de las mismas, como dijo Nietsche_Lo que no te mata, te hace más fuerte_y es una verdad como un templo, aunque a veces parecen las circunstancias más fuertes que nosotros, pero no, si las podemos contar es que hemos salido o por lo menos las hemos aceptado.
Luchar en la vida no es ser un gran "triunfador", o ganar mucho dinero, u obtener un estatus social alto, o ser empresario de éxito, o un gran profesional, que también, pero pienso que luchar en la vida es saber afrontar todo lo que nos viene de una forma lo más serena posible, por eso es necesario aprender el valor de la aceptación, aprender a aceptar las circunstancias, las formas, los miedos, las adversidades que nos pone la vida en nuestro camino, y después de aceptarlas, siempre afrontarlas, y aunque sucumbamos a ellas, porque no siempre se superan, siempre estar en manos de la confianza, de la confianza en que todo va a pasar y que después de la tormenta, llega la calma y que pasamos la tormenta para saber algo más, y afrontarla para salir fortalecidos.

"Y una vez que la tormenta termine, no recordarás como lo lograste, como sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta." 

Haruki Murakami

Vivir es sufrir, pero también es amar, también es gozar y para quienes hemos sufrido, amar y gozar es un valor añadido a esta maravillosa vida a la que hemos venido por alguna razón.
Bendecir cada día que nace y dar las gracias por estar aquí es una asignatura que todos debemos aprender, porque cada día es una vida, nacemos cuando despertamos y morimos cuando nos dormimos por la noche, cada día tiene su afán, su historia y su final, por eso debemos vivir cada día como si fuera único, porque de hecho lo es, aunque sean parecidos, pero nunca iguales y siempre aprendemos algo en cada uno de ellos.
Debemos aprender a valorar nuestros días como tesoros, como joyas que hay que admirar y cuidar, por eso debemos aprender a no desperdiciarlos con disputas, odios, manías, obsesiones, sino fluir, disfrutar, charlar con los amigos, amar, jugar con los niños, hacer el amor, en fin, vivir, pero vivir bien, vivir como viven los "dioses", vivir sin sufrimiento, porque el sufrimiento es opcional, el dolor es inevitable, pero la vida tiene una parte de dolor, sufrir es un "pecado", nada debe hacernos sufrir, no debemos dejarle, porque somos más fuertes que el dolor y que el mal, pero aun no lo sabemos, debemos aprender esta lección, saber que somos "poderosos" e incluso saber que como dice Eckhart Tolle, en su libro, "El poder del ahora"__debemos aprender a morir sin morir, y darnos cuenta que la muerte no existe"__. 
Creo que es verdad, la muerte no existe, porque todo es cíclico y nada permanece, morir es necesario para poder vivir, es parte de la vida, aprender a morir es nuestra asignatura pendiente.
Seguimos en el camino...