sábado, 10 de marzo de 2018

GETSEMANÍ



GETSEMANÍ


Ya la brisa de la madrugada

mece los milenarios olivos

el el huerto de Getsemaní,

testigos del  dolor, de la duda,

de la certeza de una muerte

anunciada.

Padre,¡ líbrame de beber este amargo cáliz!

Millones de pensamientos y de certezas

surgen en la mente del Rabí.

Ha visto el dolor, el sufrimiento

la guerra, el hambre, la enfermedad, la muerte,

el pecado,

todo lo futuro, todo lo pasado, todo lo presente.

Él lo sabe

Él  lo siente

Él  lo duda

Aun con su divina presencia,

es hombre,

también Dios,

Igual que nosotros a su imagen,

de ahí su duda, su miedo, su dolor y su pena.

Dura decisión del Padre.

Dura obediencia del hijo.

Todos a su alrededor duermen 

el tranquilo sueño de la ignorancia.

Él lo sabe

Él lo siente

Él lo duda

Y no quiere dudar

Pero no quiere sufrir como hombre.

Su voluntad será cumplida.

La sangre será derramada.

para limpiar los pecados

de nuestra ignorancia.

Jesús lo acata, Jesús va a salvarnos

pagando con su vida, con su sufrimiento,

y nosotros seguimos durmiendo

ignorantes, impávidos ante el 

supremo sacrificio.

Rezuma la sangre en su frente,

la suda con la visión

de un Calvario obsceno, 

de una Cruz de muerte,

de un dolor infinito.

La duda se disipa,

Jesús sabe lo que viene

espera lo que llega,

terminará lo que el Padre anhela.

Él lo sabe

Él lo siente

Él ya no duda

Vuelve la certeza, el Padre

reconforta, la Fe vuelve,

Jesús siente el beso

de la traición, de la ignorancia,

Su tristeza es infinita, a pesar de ella.

Ya hemos despertado.

El sueño ha acabado.

Empieza la pesadilla de sangre,

con ella limpiará el Mundo.


Jesús ya es prendido

Todo se ha cumplido.



Juan Manuel Mas Candela