martes, 1 de mayo de 2018

ABAJO, ENTRE LOS MUERTOS (VERSOS DESDE EL INFIERNO)



ABAJO, ENTRE LOS MUERTOS (VERSOS DESDE EL INFIERNO)

Duerme mi amada
el inmóvil sueño de la muerte.
Su alma fue arrebatada
por uno que no tenía derecho,
ya hace dos días de aquello.

La miro con rabia contenida,
a hacedor le pido me despoje
de mi envoltura carnal, atado estoy
para volar al lugar sagrado,
si es que allí la han llevado.

Quisiera quedarme inerte, sin aliento
por tí muriendo en vida,
atado a la terrena existencia, 
se me reveló la forma de entrar
en la gloria.

La tierra latía con su ritmo
intemporal, me deje llevar
a lo profundo, dejar el calor de
la vida, viajar hacia la niebla
del limbo vacío donde nadie
se encuentra.

Una mujer a mi encuentro sale,
pregunta por su hijo, ¿Lo has visto?,
No señora, a nadie he visto,
ella explica que en su coche iban,
regañar a su hijo girabase,
ya nada recordaba, solo entrar en la niebla desconocida.

De repente viene un niño, ¡Madre!, ya he venido, los médicos no me salvaron, se donde tenemos que ir, no hace mucho aquí estuve.

Ellos desaparecen entre la niebla
ya solo me encuentro en ella,
¿solo? , no, viene a mi encuentro
aquel que mora entre el cielo y el infierno.

Aquel que no puede elegir comenta:
Hace dos días pasó tu amada, un ser maligno la tenía. 
Nada sé de donde está,
subir a la gloria iremos y allí preguntar tendremos.

La puerta del Cielo abrimos
viendo hermosas laderas, montañas,
Bosques de naturaleza terrenal perfecta.

Allí casi no hay nadie, qué solos están aquellos que ganaron la gloria.
Una flor de la ladera recojo, una flor de la gloria.
Tanto pecado existe, tanto mal la humanidad guarda, para pagar en la hoguera del fuego infernal que hiela…

Mi amada aquí no está, al averno la han atado, ya se donde vamos.
Solo al Infierno tendrás que entrar,
comenta el errante.

Nada temo pues, que así sea.
Un demonio humano viene a mi encuentro.
Mitad hombre soy, se donde está tu amada.
Si en pago me das la flor de la gloria,contigo entraré al infierno, juntos la liberaremos, aquí la puso
uno que no tenía derecho.

Solo debo entrar, sino te castigarán.
¿Castigar?, ¿a qué?,
A ir al infierno, risa me da.

El paisaje es desolador, la oscuridad,
montañas de insectos, seres putrefactos,
aquí ha venido el que no tiene derecho.
A tu amada la dejé en el claro infernal,
hace siglos, ¿no?,

Desde ayer, le digo
y un grito desesperado rasga el
crudo paisje infernal.
Al fondo aparece, allí está mi amada,
en un lecho de podedumbre, de óxido, 
rodeada de carroñeros, despojos que se alimentan,
de almas puras robadas.

Reuno las fuerzas, el demonio medio hombre
conjura, es un demonio poeta,
conjura sin chanza, abriendo un portal
recojo en brazos a mi amada.

La flor ya ha sido dada en pago,
su belleza hará más sombrío el averno, 
el poeta pondrá el nombre de mi 
amada, a la flor del infierno,
ya vuelvo a la existencia,
y vuelvo con ella.

Ya ahora despierta, nada sabe
de haber estado en el averno 
solo pregunta por qué lloro, 
mi amor superó a la muerte. por ella
fui abajo,
entre los muertos.