domingo, 16 de diciembre de 2012

NAVIDAD

Extracto del libro "Recuerdos" de Manuel Martínez Montoya, cuya obra siempre volcada en la cultura de Crevillent y de su historia es uno de los pocos referentes que existen sobre la vida tal y como era en mi pueblo, muy diferente a lo que es hoy en día y cuyos recuerdos y testimonios de este hombre, quizás infravalorado por sus propios paisanos supo transmitir una sana nostalgia que nos hace soñar en una vida pasada y quizás en una vida futura que quisieramos se pareciera un poco en la sencillez y en la tranquilidad que rezuma de sus escritos.  Este es un homenaje a Manuel:



NAVIDAD

Los escolares están contentos y eufóricos. Se acerca la Navidad, lo que les deparará dos semanas de vacaciones. El frío, el escaso y simbólico frío de Crevillent que, salvo excepciones, cabe en la palma de una mano, comienza a sentirse, ayudando a crear el clima adecuado para la celebración de estas fiestas.

El día 22, el del sorteo de la lotería extraordinaria de Navidad, es el primero de las vacaciones. El personaje de esta narración dedica estos primeros días de asueto a recorrer las casas donde han instalado belenes. Belenes con más o menos figuritas, mayores o menores, pero todos maravillosos, de ensueño, en los que en cada hogar le dan su toque personal en la distribución de las figurillas que lo componen. El niño es imaginativo y soñador, le gusta fantasear y siente como, poco a poco, se va volviendo cada vez más pequeño hasta alcanzar el tamaño adecuado para poder penetrar en aquel diminuto mundo cubierto de una falsa nieve hecha de sal gorda o algodón en rama; sentirse uno más de estas figuras de barro que, mágicamente, van cobrando vida:  pastores, lavanderas, rebaños de ovejas...y unirse al cortejo de los Magos que siguen la ruta que les marca una estrella, para llegar con ellos al fondo de aquel pequeño escenario donde se encuentra, en una cueva hecha con gordos leños, el Belén o Nacimiento. A la entrada de la gruta, en lo alto, un ángel con un clarín anuncia la Buena Nueva y dentro, sobre el lecho de paja de un pesebre, al calor del aliento de la mula y el buey y bajo la atenta mirada de José y María, el Niño, rubio y regordete, sonríe esperanzando al comienzo de una vida que marcará el rumbo de la humanidad.

En la noche del Dia de Nochebuena las familias se congregan para celebrar la entrañable y hogareña festividad. No importa que el hogar sea humilde, en esa noche siempre se hace un esfuerzo. En donde no pueden comprar turrón lo suplen con castañas y boniatos asados, y dátiles hervidos que, dulces como la miel, saben a gloria y, para regocijo de la chiquillería, llega el momento de preparar las palomitas de maíz (les rosetes) hechas en una sartén y a cuyo alrededor se agolpa la muchachada a la espera de que empiecen a reventar como blancas flores de algodón que saltan por los aires si previamente no se las tapa con cuidado. Allí, alrededor de la mesa, se bromea, se ríe y se cantan villancicos, a veces con una pizca de picardía, merced a los vapores del buen vino de la tierra que se ha consumido generosamente durante la cena, villancicos como estos:

L'aguilando pixandango
antarem esta semana
i anirem a ca'l tio Tano
que mos done l'aguinaldo.

L'aguinaldo d'Elx,
dátils calentets,
anous i castanyes
i pataconets,
una agüela en curios
i tots en curiets,
el mestre d'escola
en tots els xiquets.

Viva el niño hermoso
que nación en Belén
que viva María
y san José también.

En el portal de Belén
hay un viejo haciendo migas,
por delante y por detrás
se le ve la longaniza.

*No se ha tenido en cuenta la traducción al valenciano estándar de los villancicos que a continuación se pueden leer para mantener, así, su peculiaridad e idionsincracia.


La noche va transcurriendo feliz.  A las doce, algunas familias van a la parroquia de Nuestra Señora de Belén para asistir a la misa del Gallo. La gente está alegre y es más amable que de costumbre, se desean unos a otros felices fiestas, olvidando viejos agravios.

             - Mamá -pregunta el muchacho-  ¿Por qué la gente es más feliz en Navidad?

             - Porque nace el niño Dios, que nos enseña a amarnos como hermanos a todos los hombres.

             - pero he oído decir a alguien que eso es una superstición, que Jesús era un hombre y no Dios.

                       La madre, tras unos momentos de recapacitación, le responde:

             - Mira, hijo mío, yo no te puedo asegurar, aunque yo sí lo creo, que Jesús fuese realmente Dios o   solamente su hijo, el Mesías; pero su doctrina es tan bella y tan justa y su ejemplo tan sublime que, aunque no lo sea, es el único hombre que tiene todos los méritos para serlo, por lo que debemos considerarlo como si realmente lo fuese.

             - Desde el fondo del establo el Niño sigue sonriendo, como si escuchase satisfecho la conversación entre la madre y el hijo.

Por las calles del pueblo, en la oscuridad de la noche, se escuchan las voces de los fieles que, en la Misa del Gallo, entonan cantos de aleluya, como de coros de ángeles que se expanden anunciando a los crevillentinos la Buena Nueva.



Manuel Martínez Montoya
De su libro "Recuerdos"  publicado en 2004

domingo, 9 de diciembre de 2012

TUS OBJETIVOS EN LA VIDA



Pero ¿cuáles son tus objetivos en la vida? ¿Qué es para ti triunfar? ¿Es alcanzar dinero y la posesión que con él se compra? ¿Es honor y gloria? Todo esto sin ser malo en sí es un mal equipaje para el "último viaje". Para este viaje cuanto menos equipaje lleves más ligero te sentirás.
De ninguna manera triunfar debe ser sólo acumular riquezas, objetos, casas, placeres...recuerda que "la verdadera tumba de los muertos ¡está en el corazón de los vivos!
Si no quieres morir nunca en el corazón de los hombres, debes aprender a "Vivir para Vivir Siempre". No es fácil, pero es un ideal maravilloso. Es participar directa e indirectamente, en cuerpo y espíritu, en el destino colectivo de tus hermanos los hombres.
El reloj de sol sin sol no marca ninguna hora y si tú no tuvieras tu espíritu vivo...
Pero si tú apuntas hacia el amor, que es lo más importante, estarás en el buen camino...y en realidad te darás cuenta de que "lo más importante no es donde estamos, sino la dirección en que nos movemos".
Apunta alto y no te excuses diciendo que te falta tiempo: "Siempre hay tiempo suficiente para hacer lo importante y lo que nos interesa"
Para alcanzar tus objetivos, es básico conseguir hábitos positivos que te permitan mantenerte en plena forma, física y espiritual.
Otro secreto para conseguir tus objetivos en la vida es saber vivir en equilibrio. Si lo pierdes debes saber cómo recuperarlo. Vivir en equilibrio se traduce en ilusión por vivir y en deseos de estrenar cada día como una vida nueva.
Saber esto, ponerlo en práctica y conseguir que las normas no te esclavicen, te permitirá:

Planificar bien tus objetivos en el tiempo.
Trazar las bases de tu vida en el equilibrio y conseguir hábitos positivos.
Tender cada vez más a la simplificación.
Vivir siempre con plenitud el AHORA.
Dedicar tiempo a soñar.

Poner el esfuerzo para realizar tus sueños.
Tener un rumbo claro.
Tener concentración y constancia.
ir alcanzando humildemente los objetivos y disfrutar de la vida hasta que seas llamado.
Cualquiera que sea el objetivo que te marques en la vida, no tiene por que ser aburrido, pues en el camino para conseguirlo cabe todo: alegría, intrepidez, bondad, orden, improvisación, sorpresa, ilusión, constancia...siempre que lo hagas con amor sin egoísmos.

Y si así vives, aunque quizás no alcances todos tus objetivos, cuando "te llamen" seguramente podrás mostrar tus "manos llenas" porque habrás amado mucho y en definitiva esto es lo que más cuenta en la vida.

Dondequiera que estés puedes empezar ¡ahora! a caminar hacia tus objetivos en la vida, pero para ello, hace falta mucha ilusión, pues "las ilusiones son el motor de la vida y el motor del amor."

Lucha desde hoy para conseguir vivir una vida equilibrada tal como Dios ha hecho el equilibrio del Universo entero.

Que ni el vino, ni las riquezas, ni la droga, ni el sexo, ni el trabajo, ni los placeres, ni la gloria, ni la autoridad, puedan hacerte perder el equilibrio ni la sencillez.
Somos nosotros y las circunstancias los que construimos nuestra respuesta a la vida y nuestros objetivos.
Recuerda que caminar hacia un objetivo consiste en consagrarse de lleno en algo o a alguien; lo de menos es el resultado, lo que cuenta es el intento.
¡Pon el corazón! y descubrirás la gran mina de oro por explotar que tienes en tu vida: ¡la deliciosa felicidad de hacer felices a los demás!
Pasa revista a tu alrededor y haz una lista de las personas a quienes tienes que dar un detalle de amor: tu madre, tu esposa, tu amigo. Recuerda que "una sola rosa tiene más importancia para el que vive que una gran corona para el que ya se fue".
Si vives así con ilusión y con entusiasmo, los días se te harán cortos para dar cabida a la realización de ilusiones y de planes para alcanzar tu objetivos.
Pero ¡no esperes a mañana, si puedes hacerlo hoy!


Extraído del libro de Jaime Borrás   "Vuela alto"  

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL NO FUTURO




Recuerdo que cuando era un chavalín de unos 10 años, solía ver dibujos animados sobre el espacio, sobre las fántasticas naves que iban a surcar el universo para llevar a la humanidad a otros mundos en los que construir otras civilizaciones, recuerdo una serie de los años 80 que se llamaba: "Erase una vez el Espacio" en la que una Confederación de mundos y galaxias se unían para crear una sociedad de varias especies de "humanoides" en las que los mundos estarían unidos en un bien común, pues bien, recuerdo que el logotipo de aquella confederación, llamada de Omega, era le letra griega del mismo nombre rodeada por 12 estrellas de color azul, ¿os suena de algo este logotipo?, si, exacto, era muy parecido al de la Comunidad Económica Europea, la E con las estrellas, pues bien, ahora me doy cuenta de la manipulación subliminal que ya desde pequeños nos estaban inculcando para que aceptáramos el estar "unidos" en una Europa plural, libre y democrática, recuerdo varios episodios de rebeliones, de guerras y de conquistas en el espacio donde siempre ganaba esta Confederación.
Esta serie, de la que luego se hicieron otras más con los mismos personajes, de producción francesa, era realmente bastante educativa, de hecho, quizás de las que más se han emitido en televisión, pues luego vinieron: - Erase una vez el hombre, la vida, la ciencia, etc. Series que hoy por hoy ya es imposible que las veamos emitir otra vez en las televisiones comerciales, pues no interesan, ya que enseñan cultura, y ahora no conviene a ningún estado Europeo. De todas formas, no dejaban de ser otro medio de manipulación mental, para sus intereses, de nosotros, los ciudadanos que íbamos a vivir en esta unión europea. 
Pues bien, aparte de esta manipulación a la que nos someten desde pequeños para que aceptemos todo el sistema de gobierno que nos han impuesto, nos hicieron creer que el futuro de la humanidad, o por lo menos de Occidente iba a ir siempre en progresivo avance, siempre a más, hacia una sociedad que ellos calificaban y querían que fuera la "sociedad del ocio", o lo que es lo mismo, trabajar menos horas, ganar más dinero y tener tiempo para gastarlo, toda una verdadera utopía que nos vendieron como verdadera, de hecho, para muchos trabajadores que se han podido retirar en estos 30 años, ha sido así, sobre todo para los alemanes e ingleses.
Pero aquella utopía y aquel futuro que nos pintaban tan brillante, tan tecnológico, tan increible y tan apetecible no era más que una cortina de humo para tapar los verdaderos planes de los dirigentes del mundo, para ellos todo estaba ya atado y bien atado antes de que se produjera esta crísis, de hecho, ellos la provocaron para acabar con el auge de la clase media y de los derechos de los trabajadores.
El Futuro que esperábamos era esperanzador, veríamos curar casi todas las enfermedades, veríamos a la gente cada vez más ociosa y culta, nuestra vida sería más facil y ordenada, acabaríamos con la contaminación y con las guerras, y tendríamos máquinas que realizarían todo nuestro trabajo pesado y nosotros nos limitaríamos a estudiar y a jugar.
Qué ilusos fuimos al creernos que el futuro iba a ser mejor, pues ya hemos visto lo que nos deparaba, y lo que nos tiene que venir, quizás todo lo contrario a lo que pensábamos iba a ser.  Nuestro futuro ha sido robado por las grandes corporaciones bancarias e industriales del mundo, ellos nos lo roban con sus trampas económicas, con sus préstamos a los países y a los gobiernos, impagables, que cargan toda su furia contra los bolsillos de los pobres trabajadores, en nombre de la banca se aprueban leyes que quitan los pocos derechos que consiguemos la clase trabajadora en 50 años de lucha obrera, y todo borrado de un plumazo en solo 8 años. Nos anestesian con "juguetes" y con una falsa sensación de "conexión" entre las personas, gracias a internet y otros medios pero en realidad estamos cada vez más separados y solos.
 La industria sigue contaminando, quizás más que nunca, el medio ambiente está más degradado que nunca y el planeta más resentido y con un cambio clímatico amenazador que nos hace padecer inundaciones, sequías, terremotos y muchos fenómenos meteorológicos y geológicos a los que nos tendremos que adaptar para sobrevivir en un mundo cada vez más hostil.
Ahora ya no estamos en el futuro, hemos vuelto quizás a principios del siglo pasado, a nivel social y político, si no más atrás, vuelven los caciques, vuelven los "señoritos", vuelven las clases sociales, y por ende la lucha de clases, todo esto solo lleva a una vuelta hacia atrás que traerá miseria y desesperación a los millones de personas que creíamos que el futuro iba hacia adelante, cuando la realidad es que NO HAY FUTURO, solo podemos hacer una cosa, luchar por el presente y quizás, con el tiempo y con mucha sangre y sudor logremos avanzar hacia un horizonte nuevo de prosperidad, hoy por hoy nos han robado esa posibilidad.
Solo tenemos que ver las noticias manipuladas de los informativos, nos hacen aceptar guerras preventivas, masacres de inocentes como si fuera en defensa de la libertad, nos hacen creer que la ciencia tiene soluciones para todo, cuando en realidad solo provoca más problemas por el afán de "emular a Dios" con los transgénicos y la manipulación del genoma, se realizan verdaderas aberraciones en nombre del "progreso", y ¿qué es el progreso?, ¿creeis que el progreso es crecer siempre como un tumor?, sin control, sin límites, siempre crecer, nunca mantenerse, siempre hacia adelante, y eso no es posible, no se puede crecer indefinidamente, siempre existen las limitaciones de espacio y de recursos y eso no cabe en la mente de estos tecnócratas cancerígenos que creen que la economía no puede parar de crecer, ahí radica el verdadero mal de esta humanidad, la codicia, el querer abarcar más de lo que se puede, el querer dominar a todos los seres de este planeta, estas ideas nos llevarán a la destrucción.
Por eso digo que hoy por hoy ya no hay futuro, solo existe el "no futuro", si seguimos por este camino acabaremos por devorarnos los unos a los otros en nombre de un progreso que es una aberración, consumiremos todos los recursos y cuando escaseen de verdad, nos pelearemos por los mismos y la guerra será nuestro futuro, un "no futuro" que debemos evitar a toda costa.
Solo nos queda resistir, y ¿cómo?, quizás aprendiendo lo máximo posible, estableciendo contacto con todas las personas que piensen como nosotros y quieran un mundo mejor, crear lazos de unión entre los trabajadores mediante los pocos medios de comunicación no contaminados por los tecnócratas, saber que nos están manipulando, saber que la realidad no es lo que nos dicen, intentar ayudarnos los unos a los otros con pequeños gestos de bondad y de empatía, pues sumados, los millones de personas que estamos afectados por esta esclavitud económica podemos aliviar nuestros males si compartimos ideas y recursos, y poco a poco generar una masa crítica que explote y que nos dé el impulso para luchar y cambiar esta sinrazón en la que nos han metido nuestros "dirigentes", solo con pequeños cambios y gestos, siendo como somos millones, podremos realizar el cambio, y entrar en el verdadero futuro, en una nueva era de comprensión y prosperidad humana, no monetaria.

EL GRAN DISCURSO ANTISISTEMA DE JULIO ANGUITA CON JOSÉ SARAMAGO (AÑO 1999)






Por la vigencia de estas palabras, y considerando que yan han pasado 12 años que fueron pronunciadas, os pongo este discurso del político Julio Anguita en un homenaje al maestro José Saramago (premio nóbel de literatura), para que veais como se anticipaba a la realidad este gran político español, quizás uno de los pocos que aún conservan algo de dignidad en su profesión.


Buenas noches,




Hubo un hombre llamado Galileo Galilei dedicado al estudio, a horas encerrado, viendo astros, sacando las conclusiones de su observación, que descubrió que la tierra no estaba en el centro del universo, que se movía, y por tanto era el Sol el que ocupaba el centro y en torno al cual los planetas, y entre ellos la Tierra, giraban.



Aquel descubrimiento se enfrentó a la verdad institucionalizada. El Vaticano, la Iglesia, las creencias populares del momento, y la insistencia en el mantenimiento de lo que había descubierto le costó ir a juicio. Y, frente al acusado, ¿cómo podía él pensar que se había equivocado Aristoteles? ¿Cómo podía pensar él que las sagradas escrituras mentían? ¿Cómo podía atreverse él, un ingenuo sabio, a pensar que había descubierto algo que fuese en contra de lo que el magisterio de la Santa Madre Iglesia venía diciendo hacía siglos?



Y, sobre todo, ¿es que acaso el pueblo no aclamaba contra aquel que se atrevía a poner en duda la centralidad del planeta tierra? Las presiones son tremendas. Tiene casi que abjurar. Pero en un momento, en la rebeldía última, y musitando casi con una sonrisa, a lo Saramago, suave pero firme, dice en el italiano natal "Eppur si muove", y sin embargo se mueve. Porque los cálculos matemáticos, porque las observaciones porque el ejercicio de la razón, porque lo que sus ojos estaban viendo noche tras noche, le estaban demostrando que era la Tierra la que se movía.



Pues bien, estamos hoy en la España de 1999, en la Europa de 1999, y en el mundo, en un momento en el que, en otras ocasiones de la historia, las sociedades han tenido que escoger un camino u otro: o seguir en la resignación, o plantar cara, la rebeldía que acaba de decir Manolo Cañada. La resignación es un producto que, como cualquier droga, duerme a la gente. Duerme su conciencia. La resignación es como la morfina, la cocaína o la heroína. La resignación es producto de muchas causas: yo voy a enumerar unas cuantas.



La resignación es hija de ese discurso totalizador, cual si fuese una nueva religión: no hay más verdad que la competitividad. No hay más santos ni más poderes que los mercados. La economía tiene que crecer constantemente: no importa que se contaminen las aguas, que se contaminen los rios, los mares, o los aires. Competitividad, crecimiento sostenido, y los mercados: eso es lo único que importa. Su poder no puede ser contestado, y además, nos demuestra la existencia de las propias sociedades que esto es lo que produce bienestar.



Y no importa que las personas de la calle vean que ese bienestar no le ha llegado al hijo o a la hija que tiene que ir a la empresa de trabajo temporal, que le cobra el 40% de la nómina por colocarlo en una empresa. No importa que la persona que todavía tiene una pensión que no llega al salario mínimo interprofesional, y está casi a la mitad, 69000 y pico de pesetas, la mitad de eso, a veces no llega. No importa el paro de aquel que entró en los 45 años. No importa que la mujer, madre y esposa, pero que además tiene que trabajar, no cobra lo mismo, igual que el hombre, haciendo la misma tarea, violando artículos enteros de la carta fundacional de las Naciones Unidas, y la declaración universal de derechos humanos, y texto de la constitución española. No importa, porque le están diciendo que no hay más bien que la competitividad, lo bien que vivimos, lo bien que vamos, los datos, las cifras...



No importa que la gente vea, o quiera ver, en su entorno y en su alrededor hechos que están contradiciendo ese mensaje. Porque para que no se vea, o para que sea menos hiriente, hay sucedáneos. Ahí tenéis la televisión: fútbol, mucho fútbol. Más fútbol que en épocas anteriores de la historia de España.



Ahí tenéis concursos degradantes, que no alimentan la razón, el estudio, el análisis. Ahí tenéis la vida de los personajes populares, que se diseccionan y se abren para que atisbemos como si fuéramos aves carroñeras, y olvidando el entorno que tenemos, entremos en lo que ocurre en sus alcobas. Ahí está toda una literatura de evasión, para que la gente no vea. No vea, y por tanto confunda su existencia real con la existencia que le ponen en las pantallas, o en los informativos. Para que ocurra como aquello que tantas veces digo de la viejecita que a finales del siglo XIX estaba vendiendo cerillas en la puerta de la ópera de Madrid, en un mes de Enero, a las dos de la madrugada, atenida de frio, y envuelta en una toquilla, vendiendo cerillas para poder subsistir, y cuando entraban hombres y mujeres envueltos en armiños, en capas con lujo y con joya, decía "Que bien vivimos en Madrid". Un caso de alienación, un caso de suplantación, un caso de drogadicción.



La imagen, lo bien que vivimos, las historias de alcoba, las revistas del corazón, las frivolidades que hacen olvidar lo que ocurre diariamente, o si se ve, se eleva a otra categoría, como si no fuese lo real.



Resignación además, porque el discurso oficial, que baja desde muchos sitios: baja desde los poderes públicos, baja desde las sentencias de los tribunales, desde las cátedras, desde las clases de EGB donde los maestros de escuela va inyectando ya unas determinadas ideas. Baja desde la televisión y de los medios de comunicación, el discurso de que no hay otra salida: esto es lo único posible, y si no, fijaros: estamos mal, pero peor estaban en el Muro de Berlín. Y cuando ya se acude a hablar del Muro de Berlín es porque ya no se tienen razones, y hay que decir "mira que mal fueron aquellos", porque es la única justificación.



Resignación porque los pueblos, cuando tienen problemas, no son rebeldes. El que tiene que comer todos los días, no puede permitirse el lujo de perder, por un acto de rebeldía, un puesto de trabajo. La rebeldía siempre ha surgido de aquellos que comían todos los días. De aquí la gran culpabilidad de muchos intelectuales españoles, que comiendo todos los días, bien del pesebre, bien de su trabajo, no han sido capaces de decir "Basta" a esta situación de degradación.



De ahí una resignación que nace de la evidencia diaria. Del paro, que es cierto. De ese paro que dicen que se reduce porque la estadística dice que cuando una persona trabaja dos horas a la semana, ya no está parado. Una disminución estadística, de los empleos a tiempo parcial, de las horas extraordinarias que se imponen, pero no se cobran, de la angustia si mañana poder trabajar: eso es resignación.



Resignación que cae sobre un pueblo que se da cuenta, además, o no se da cuenta porque no le gusta o no quiere verlo, o no dejan verlo, que estamos yendo hacia atrás, que estamos llegando a cotas propias del siglo XIX, que aquella seguridad social para todos, que el tema del subsidio de desempleo va bajando continuamente, en contra de la declaración universal de los derechos humanos o de la propia constitución.



Resignación que surge de la culpabilidad del propio parado. Uno de los éxitos entre comillas del sistema americano es conseguir que el pobre, el miserable, se sienta culpable de su situación. Es la filosofía calvinista, hija del protestantismo. Tú eres culpable de tu situación. No has sido capaz de triunfar, esa es la filosofía de las sociedad americana. Y si no has triunfado es porque tú eres el responsable: esta sociedad

da oportunidades a todo el mundo, si tu no has podido hacerlo así, tú eres el culpable, y entonces el oprimido, el pobrecito, el esclavo, se echa él la responsabilidad de su situación. Es perfecto el dominio del poder. Un dominio del poder que ya no se basa en la fuerza, en la coacción, en la utilización de la guardia civil o del ejercito: se basa en un dominio mucho más terrible, más duro: el dominio de la mente. Ese opio que cae desde los aparatos de televisión, ese opio que cae desde las sentencias de los tribunales, desde los discursos políticos que va empapando la mentalidad de la gente, y va diciendo "calla, calla, calla, porque si no callas puede ser peor".



Esa es la resignación que se produce como consecuencia de sentirse ese parado que él es el autor de su situación, y por tanto aquel compañero que ha sido acusado de que cobró una vez, indebidamente, el seguro de desempleo, ah, miserable, tú eres el culpable. No importa que los ladrones de alto copete sean exhibidos como figuras brillantes a enseñarle a los hijos como ejemplo a seguir, pero el miserable que ha estafado solamente un mes del seguro de desempleo es el culpable de todo lo que está ocurriendo.



Eso es resignación. Resignación que surge de los medios de comunicación, y no se me enfaden las cámaras, no va con vosotros, pero va contra los que tienen el poder en vuestras empresas. Va con aquellos que optan por decirle al pueblo una parte de la verdad. Resignación que consiste en dar un credo único, decir todos amen a la competitividad, a la moneda única, estamos mejor que nunca, amén, amén, amén. Es el coro como una letanía que va uniformando el pensamiento, que va haciendo seres totalmente iguales, como describía lo que podía ser el futuro Orwell en 1984.



Esa resignación por tanto es hija de una economía, de un sistema político, que confunde muchas cosas. Una información que está haciendo surgir en nuestros universitarios, en nuestros institutos, en nuestras academias, en las escuelas básicas la cultura del si o no, propia del ordenador. La vida está llena de colores, de tonos, y por lo tanto el lenguaje es lenguaje más vivo cuanto más cosas hay que ser descritas. Si o no, blanco o negro, derechas o izquierdas. Conteste usted como el ordenador: afirmativo, negativo, afirmativo, negativo.



Se busca ya, no al ser humano pensante, capaz de la reflexión, de la duda, de la inquietud: se buscan esclavos sin pensamiento. Y por eso no se quiere la historia. Y por eso se desdeña la memoria. Porque los seres humanos somos hijos de la memoria. Yo soy lo que soy porque viví con mis padres, mi recuerdos, mi historia, mis vivencias. Yo soy la actualización de todo un pasado que está vivo. Si me quitan la memoria soy un zombi, un muerto viviente. Y queremos pueblos de muertos vivientes,

que se estimulen por el último partido del Barça-Madrid, que se estimulen por la última historia de tal o cual conde, o de tal o cual señora, que digan en los corrillos, incluso en los parlamentos, y en los lugares donde habría de debatirse de los problemas, se cuenten chistes de la vida privada, para olvidar la tremenda realidad. Escapismo, droga: igual que la heroína, igual que la cocaína. Droga, escapismo. Sedar el pensamiento, aniquilar el espíritu crítico. Y por tanto fomentar la resignación.



Y frivolidad, mucha frivolidad. Y por tanto la política entendida como compraventa de votos, no importa. ¿Qué es lo que quiere el pueblo? Al pueblo al cual convenientemente se le va a decir lo que quiere, a través de determinados medios. ¿Más fútbol? Pues más fútbol. Pero es que yo pienso que no: es que tú tienes que decir lo que le gusta al pueblo. Al cual yo mediante medios de comunicación, finísimo, le voy diciendo que es lo que le convierte, pero yo represento un proyecto, yo quiero explicar un proyecto, yo quiero dirigirme a mi pueblo, del cual formo parte, para decirle el punto de vista de nuestra organización: no, no, no, lo que conviene es que ganes votos. Eso no está bien dicho. Tienes que ser respetable, tienes que hablar y decir lo políticamente correcto, el buen tono. Como el chico de la burguesía del siglo XIX: niño, eso no se hace, eso no se dice, tú lo haces bajo cuerda, porque todo debe permanecer como si aquí no ocurriera nada.



Es decir, la cultura de la hipocresía, ¡crear una sociedad hipócrita! Que miente a sabiendas Que sabe que está diciendo algo que nadie cree, pero lo importante no es decirlo: lo importante es que hay que hacerlo pero que no se diga.



Y ese cáncer va avanzando degradando, corrompiendo y aniquilando las fuerzas para combatir.



Y ese es un camino, sin duda, dulce. Es la muerte lenta, como se consume un brasero. Como van muriendo aquellos que beben la cicuta, muerte que le dieron al gran Sócrates: se va durmiendo lentamente todo el organismo, y muere uno con una sonrisa en los labios, ¡pero muere!



Y el otro camino es lo que ha dicho Manolo: rebeldía. Pero la rebeldía no es un gesto altisonante. No es un grito, no es un insulto. No es una pedrada, no es una mala contestación: es mucho más profundo. La rebeldía es un grito de la inteligencia y la voluntad que dice, y lo voy a decir en román paladino: ¡No me da la gana de decirle que si a esta actual situación! ¿Por qué? ¡¡Porque no quiero!! Y me niego a decirle que si, porque entiendo que pueda haber otra situación, y por tanto no asumo esta podredumbre, y no participo de ella, y lucho contra ella.



Y esta actitud es una actitud intelectual. Y cuando digo intelectual no quiero hablar de universitarios: de la mente de cualquier ser humano. Es un posicionamiento que nace de la mente y del corazón, del fuego de querer cambiar. Esta es la rebeldía fundamental: lo otro son voces, son chillidos, son insultos, son graznidos: dale caña al circo romano. No, no, la rebeldía no es ni más ni menos que el posicionamiento con otros valores y la decisión de hacerles frente.



Rebeldía para decir que no aceptamos que la competitividad y el mercado sean los que rijan los destinos de las sociedades, que entendemos que hay una declaración universal de derechos humanos que tiene que cumplirse. Y que eso significa sociedad de pleno empleo, donde el hombre y la mujer sean exactamente iguales, donde no haya marginados, y que costará mucho tiempo y mucho sacrificio, pero es hermoso luchar, incluso morir por eso. Porque morir tenemos que morir: muramos por lo menos luchando por un ideal noble, y no consumiéndonos como un brasero.



Y significa, esa rebeldía fundacional en cuanto a entidad humana, significa defender con esa suave ironía, con esa tranquilidad que el maestro Saramago hace, porque es una gloria verlo contestar a los periodistas con esa suave ironía, con esa tremenda dureza de fondo pero flexibilidad en el lenguaje, significa defender que hay valores que deben ser mantenidos: el hermoso valor de la igualdad. Como decía uno: la sangre es roja, y todos la tenemos roja; no hay sangre azul. Y además, como decía otro, todos los corazones, salvo alguna excepción, están en la izquierda.



Por lo tanto esa igualdad, igualdad que hace que los seres humanos nazcan de la misma manera. Una igualdad esencial, no igualitarismo, y por tanto dignidad de la persona por ser lo que es: Persona.



Y junto a la igualdad, la libertad. Pero hablar de libertad es algo muy grande. Porque libertad es asumir que se tiene la conciencia libre, que no es lo mismo que libertad de conciencia. La conciencia libre significa que yo puedo decidir si yo tengo todos los elementos para formular mi decisión. Estoy bien informado, estoy bien formado, me alimento todos los días, tengo un techo donde guarecerme, tengo una ropa que ponerme, y una vez que tengo todas mis necesidades más elementales satisfechas, yo puedo empezar a pensar para ser un hombre libre. Porque si yo tengo que trampear el trabajo, trampeando como sea, poniéndome en la cola del paro, vendiéndome por cuatro perras porque tengo que comer, los mios y yo, yo no soy un hombre libre, aunque mañana me permitan votar en las urnas: yo voy movido por mi hambre, por mi necesidad de tener que venderme en cada momento para el trabajo.



Y junto a la libertad, en sentido esplendido de la palabra, la justicia. Y no hablo de tribunales de justicia: hablo de eso tan sencillo de dar a cada uno lo suyo. Que impere el derecho, que no haya distinciones, que todo el mundo sea medido por igual rasero, por el rasero de la Ley. La justicia que consista además en que se conforma una sociedad: la ley es la que puede hacer posible que conviva la gente en sociedad, mientras que la ley sea justa y se aplique con justicia a todos igual.



Solidaridad: es un mensaje que nos puede hermanar a todos. A todos aquellos que hablaban del internacionalismo proletario, que sigue estando vigente. A aquellos que hablan de la hermandad de los seres humanos y porque hacen referencia a sus creencias basadas en la teología de liberación. A otros que hablan desde otros supuestos de liberación humana, a otras propuestas de liberación, de acuerdo: solidaridad, que consiste en afirmar, tranquila y serenamente, que no merece la pena luchar por banderas, que la única bandera es la bandera del planeta Tierra, y la humanidad es una sola raza, una sola y única raza, y que merece la pena luchar por ella.



(...)



Y esto es importante: informado, no porque se le den muchas noticias. Hay diferencia entre la noticia y la información. La noticia es una mercancía que se da para que se consuma; la información es un dato que se da para que la gente piense y a partir de ahí extraiga sus consecuencias. Y desde la izquierda hablar de austeridad. A mi particularmente me gusta esta palabra.



Hablar de austeridad fue la palabra que vertebró un discurso de Enrico Berlinguer, aquel secretario general del partido comunista italiano que murió en la tribuna, hablando precisamente de austeridad. La austeridad en el sentido romano, mediterráneo. Austeridad no es miseria: austeridad significa vivir dignamente, normalmente. No malgastar los recursos naturales. Poseer uno cosas y no que las cosas lo posean a uno. No ir constantemente atentando contra la naturaleza en un consumismo feroz. Austeridad significa tiempo libre para discutir y dialogar con los demás, para jugar, para hacer posible el amor entre seres que se conocen, para convivir en la calle, en la plaza, en el ágora griega. Austeridad que significa que la mejor manera de vivir es tener relaciones con otro en el plano de igualdad sintiéndose hombres y mujeres libres en una sociedad democrática. Austeridad que hace que nos miren a todos como seres humanos y no por nuestra capacidad de consumo: yo me niego como ser humano a que digan que soy un español que consume tantas salchichas o tantos coches al año: eso no es austeridad, eso es medir al ser humano por otro talante.



Austeridad, que significa, con otra palabra, sobriedad: hablar de cosas concretas, hablar de cosas que son importantes, incluso cuando se utiliza el lenguaje para crear belleza, para hacer pensar como nuestro premio Nobel. Se utiliza el lenguaje desde la sobriedad, porque las palabras, cayendo en cascada, uniéndose, recreándose constantemente, hacen pensar, hacen conseguir nuevas ideas: humanizan. Esa es la austeridad y esa es la sobriedad. Y a partir de ahí es cuando comienza el discurso y la propuesta: la sociedad de pleno empleo, el desarrollo sostenible, el reparto del trabajo, es decir, el recurso rojo, verde, violeta, el recurso de la paz. Paz.



Y la paz no es la ausencia de guerra, la paz es por ejemplo que el día nueve estemos llenando Rota, porque quieren transformar la base militar en una superbase, violando el punto tercero de lo que acordó el pueblo español en referéndum en 1986. La paz significa que mañana 1200 hombres y aviones españoles, que cuestan un dinero, no puedan entrar en la antigua Yugoslavia, porque no han sido consultadas las cortes generales, y porque se ha violado nuevamente el artículo 62 de la constitución.



Significa, por tanto, hablar de paz, paz como justicia, como entendimiento entre seres iguales, que son capaces de razonar. Y bien: los mecanismos son los de siempre, la movilización. ¿Qué es movilizar?



Desde la izquierda, siempre, movilizar no ha sido solo llenar las calles de gente, que también: movilizar ha sido concienciar. Nosotros existimos, los que queremos pensar por nuestra cuenta, para perturbar a los demás. Si hay aquí algún creyente, me dirijo a él o a ella para recordarle la frase que hoy explicaba yo en la universidad cuando una persona, un compañero que era representante, al parecer, de la teología de la liberación, me preguntaba, y le recordaba yo un pasaje del evangelio: de mi época pasada soy conocedor. Y decía: mirad, una de las cosas que figura en el evangelio es cuando le preguntan a Jesús de Galilea: "¿Tú que has venido aquí, a traer la paz?" y decía: "Yo no, he venido aquí a traer la guerra". ¿Y qué quería decir? He venido a concienciar, a perturbar.



Nosotros no queremos gente dormida, drogada. Queremos gente que inquieta. Venimos a perturbar, a agitar cerebros, a mover conciencias, existimos en la medida en que movilicemos el pensamiento. Como decía en aquella iglesia, en aquel bar, en Naranjo de Córdoba: Levántate y Piensa, es lo más revolucionario que he visto en mi vida, porque la rebeldía empieza aquí, en la cabeza que dice "No sirvo, no me da la gana, no quiero asumir estos valores". Movilización que significa, por tanto, ese esfuerzo por pensar y por hacer pensar.



En los grandes revolucionarios de la historia, la característica fundamental es que hicieron pensar. La revolución la hicieron la gente, las masas, los colectivos, pero el valor de ellos es el pensamiento que pusieron en marcha: es el concepto de la movilización, en torno a lo concreto. Y con las alianzas de todo el pueblo.



Por eso hacemos llamamientos: queremos unidad. Pero no para repartirse sillones: para hacer programas de transformación. ¿Qué hacemos en el pueblo? ¿Qué hacemos en la comunidad autónoma? ¿qué hacemos en España? ¿qué hacemos en Europa? Alianzas. Alianzas entre gentes que coinciden, básicamente, parece ser por lo menos teóricamente, en que quieren cambiar el mundo. Pongámonos de acuerdo en qué podemos cambiar ahora, pero cambiar un sillón por otro... eso ya no es correcto, eso lo hacen los otros, desde tiempo inmemorial.



Y por último la cultura. La palabra cultura viene de cultivo: cultivarse. Hacerse ser humano cada día más. La cultura no es saber muchas cosas: la cultura es captar todo aquello que la humanidad ha ido produciendo y que nos mueve, desde el arte hasta el estremecimiento por degustar la belleza, a entender cómo la humanidad ha ido superando determinados problemas. Un hombre culto no es un hombre que esté rodeado de libros, que también puede ser; un hombre culto es un hombre que mira al mundo con mirada independiente y libre. Un hombre culto puede ser un campesino de nuestras tierras. Cuando rebina, palabra que utilizan en mi tierra, está pensando, pero sabe calcular las cosas, piensa como quiere, es un hombre que tiene un tipo de cultura. Y ese hombre que a lo mejor no sabe leer, le puede dar la mano a otro culto de la universidad, que sabe más cosas, pero está en la onda de la cultura, porque ambos confluyen desde su sentido de hombres libres con capacidad para pensar.



Y en fin, en el acto de hoy, donde ahora va a tomar la palabra el maestro Saramago, y dicho con todo cariño, en el sentido de ejercicio de sencillez y de hondura, la voz de Izquierda Unida esta noche no ha hablado de programas, ni Manolo ni yo. Hemos hablado, y os lo confieso, de lo que nos mueve a nosotros. A él, a mi, a José, y a los demás compañeros y compañeras. No sé lo que ocurrirá en los próximos meses o en los próximos años, pero la decisión de mantener este discurso es firme por nuestra parte: lo vamos a seguir manteniendo, no lo pensamos cambiar.

martes, 6 de noviembre de 2012

TRASCENDER



Trascender (de trans, más allá, yscando, escalar) significa pasar de un ámbito a otro, atravesando el límite que los separa. Desde un punto de vista filosófico, el concepto de trascendencia incluye además la idea de superación o superioridad. Este es el significado concreto de esta palabra, pero ahora debemos pensar que es lo que diferencia al hombre corriente de una persona "que trasciende", pues bien, toda persona que intenta superar los límites que le pone la vida, que intenta buscar sentido y conocimiento de su yo y de su existencia trasciende a un plano en el que la vida enseña su verdadera esencia y verdad. No hace falta ser un monje o un iluminado espiritual para trascender en la vida, una persona que ayuda a otra cuando la ve en apuros ya está trascendiendo, una persona que realiza un voluntariado en una ong, está trascendiendo, una persona que escucha a otra contarle sus problemas con verdadero interés y da consejos para aliviarla trasciende, y así en todos los actos de bondad que los humanos realizamos a diario. 
También una forma de transcender, aunque no lo creamos, es el mero hecho de conversar con la gente. Hoy en día apenas conversamos con nuestros conocidos, vecinos, familiares, siempre vamos enganchados a los móviles o a Internet pero esas conversaciones no son verdaderas en el sentido "espiritual" de la palabra, hemos perdido el contacto humano que hace que la conversación sea un placer y una forma de intercambiar energías e ideas que poco a poco tiende a desaparecer. 
En todas las culturas anteriores a esta era tecnológica la conversación entre las personas ha sido uno de los medios de comunicación más importantes y usados, gracias a ella las gentes transmitían sus conocimientos, sus inquietudes y sus ideas para trascender en el desarrollo del grupo al que pertenecían. Mediante ella se transmitían los valores que regían a las personas y las desarrollaba como tales. Hoy en día la falta de conversación en las nuevas generaciones está propiciando que la gente se aísle en sus casas, que se conviertan en gente taciturna y tímida y que tienda a buscar "amistades" mediante el ordenador en Internet esto no lo considero una verdadera conversación, pues no existe el intercambio de "impresiones" entre las personas y sí, se proporcionan la información, pero esta carece de "alma" por lo que enseguida la olvidamos o quizás pasemos de ella, no existe entonces la empatía con la persona y por lo tanto no hay verdadero sentimiento de haber conversado.
Sé que este concepto es un poco engañoso, porque la gente conversa con el WhatsApp todos los días y a cada momento, con el chat, con el móvil, pero la mayoría de las conversaciones por estos medios no tienen la "esencia" y alma de una conversación cara a cara.
También las prisas con las que vivimos, la exigencia del trabajo en el día a día, la falta de tiempo para el ocio y el esparcimiento nos hacen vivir en un bucle existencial en el que no nos podemos parar a pensar en lo trascendental de la vida, que quizás sea lo único realmente importante que existe en ella. 
Trascender en la vida es algo necesario, no solo pensar en los quehaceres mundanos, también debemos tener tiempo y valor para enfrentarnos a los misterios de la vida, de la muerte, del conocimiento, de lo "trascendente", de lo que va más allá de lo que vemos en la materia, tener tiempo para ser un poco más "espiritual" y no ver el mundo como algo predecible, sino como un misterio increíble que nunca va a dejar de sorprendernos.

domingo, 28 de octubre de 2012

¿A DONDE NOS QUEREIS LLEVAR?




Vivimos unos tiempos realmente extraños, si es que ha habido algún tiempo que no lo sea. Lo que si es cierto es que no son buenos tiempos para nadie, todo lo que vemos en las noticias y en los distintos programas de televisión no invitan al optimismo, todo son desahucios, quiebras, suicidios, desgracias, guerras y pocas noticias agradables oímos a lo largo de los días, semanas y años. Ya llevamos casi 6 años de crísis profunda y cada vez nos hundimos más en un pozo de miedo y desesperación económica de la que probablemente no nos dejen salir. Y digo que no nos dejan salir porque a los bancos y a las grandes multinacionales no les interesa, la deuda acumulada de todos los países europeos es demencial y el negocio radica en que los países no puedan pagar esa deuda, todo lo más que paguen los intereses y vuelvan a sacar créditos nuevos para pagar los intereses de los viejos, por lo tanto nunca se podrá sufragar esa deuda. Como dijo el Director de Bankia antes de quebrar y me remito a los periódicos que publicaron esta noticia, dijo:- El mejor cliente de un Banco es aquel que nunca acaba de pagar su deuda-, por lo tanto siempre está pagando los intereses. ¡ Qué gran negocio el de la Banca¡, prestan dinero y luego recuperan el dinero prestado más unos intereses creados de la nada, bueno, de la nada que es la desconfianza en la honestidad de quien se le presta, por eso existen los intereses, una trampa monetaria que siempre crea riqueza de la nada, creando desigualdad y robando a quien usa el dinero para crear verdadera riqueza material útil para la sociedad.
¿Cómo es posible que los especuladores de la Bolsa, de la Banca y de las agencias de calificación tengan más poder que un gobierno soberano de un país?, ¿Cómo es posible que un rumor de que un país no va a poder pagar haga que ese mismo país pierda miles de millones de euros porque una tal Standar&Poors diga que tu deuda ya no vale, ¿quíen le da ese poder?, acaso esta gente manda sobre los gobiernos y los dirigentes, por lo visto, si, son los señores no solo de un país, de todos los demás, por lo menos en el mundo Occidental.
Ahora se ha destapado el pastel, ahora sabemos que nuestra realidad ha cambiado para mal, ahora ya se han quitado la mascara los verdaderos amos del mundo, que siempre lo han sido, pero estaban camuflados bajo un manto de falsas democracias pseudoelegidas por los pueblos europeos y americanos en una pantomima electoral cada 4 años. Ya no vale le pena usar este "derecho" pues está todo atado y bien atado, salga quien salga siempre mandarán los señores del dinero, cambiando a sus "perros" cada 4 años en todos los países occidentales y "democráticos".
Estoy convencido que vivimos en una dictadura económica quizás más terrible que las dictaduras ya pasadas en los distintos países europeos, como fueron el nazismo de Hitler, el fascismo de Mussolini y Franco o las mas recientes en Latinoamerica como la de Pinochet. Todos estos "dirigentes" eran marionetas de un poder más oscuro que ordenaba controlar a las personas para enriquecer a esta "elite" de dirigentes en la sombra, señores de la Banca y de la industria que se están enriqueciendo cada vez más, solo que ahora ya no se esconden bajo máscaras de dictadores, ahora ya lo dicen sin verguenza- somos vuestros amos, y si no pagais, os embargamos y os sometemos-.
Quizás una de las posibles soluciones a esta crísis sea algo tan sencillo como decir:- Señores del FMI, la hemos cagado y tenemos que reiniciar el sistema, BORRON Y CUENTA NUEVA- , quien la haya cagado que se fastidie y acarree las consecuencias, quien ha ganado, pues que lo reparta y punto, volvemos a empezar y la deuda ficticia se quita, se anulan los créditos y se reparte la riqueza por nivel de población.- pero eso es una utopía, nadie, y menos estos seres tan ambiciosos tolerarán esta solución, pues están ganando mucho a costa de empobrecernos y aniquilarnos.
Todas estas situaciones en las que nos han metido solo se pueden solucionar de dos formas, o como he dicho antes de la Quita, o llevándonos a una nueva guerra mundial en la que nos aniquilemos los unos a los otros y cuando ya quede poca gente, entonces habrá trabajo y construcción, a costa de millones de vidas, solo le pido a nuestros dirigentes que piensen en el sufrimiento que están infringiendo y recapaciten para dar un giro radical a la economía y a la sociedad, SEAMOS HUMANOS, POR FAVOR, PONGÁNSE EN EL LUGAR DEL POBRE Y EL DEBIL, solo así nos salvaremos.

domingo, 30 de septiembre de 2012

MIEDO



Cuando miro los períodicos y veo las noticias en las distintas televisiones me recorre una sensación de malestar y de indignación a la vez que me es muy difícil dejar de lado, pues nos bombardean constantemente con informaciones negativas, con datos sobre lo que nuestro país debe, con datos sobre nuestra caída sin fondo hacia la ruina total, con reportajes sobre lo mal que lo está pasando la gente, sobre los problemas futuros que vamos a tener porque no habrá dinero ni medios para pagar las pensiones y la sanidad, y entonces, me doy cuenta de que estamos tan alienados por toda esta negatividad que dejamos que se apodere de nuestros pensamientos y no nos demos cuenta de que en realidad la gente que ostenta el poder en los países quieren crear este clima de miedo e inseguridad para provocar un cambio en la sociedad occidental tan grande que nos lleve a un mundo en el que el individualismo y la carencia de valores positivos nos conviertan en lo que el gran escritor Ernesto Sabato definía con terror: -el hombre engranaje-, engranaje de una gran máquina llamada capitalismo que nos arrebata nuestra identidad y nuestra humanidad, que nos convierte en robots de un sistema deshumanizado en el que todo será controlado por estos nuevos señores neofeudales de esta nueva edad media tecnológica en la que nos quieren someter.
El miedo es el arma más destructora que la humanidad ha creado nunca, pues infundando miedo nos someten a todo tipo de injusticias y vejaciones sin que podamos alzar una voz de protesta o movilizarnos, pues nos amenazan con grandes males y catástrofes, qué cuando ellos provocan otras más pequeñas, aún damos gracias de que no sean peores y nos callamos y tragamos con todo  lo que nos hacen.
El miedo nos hace callarnos ante las injusticias en todos los ámbitos, tanto laboral como social, nos hace escapar de los "problemas" derivados por defender a los débiles, pues tenemos miedo de caer como ellos, nos hace ser cobardes ante un sistema tan alienante y despiadado que no da tregua y cada vez nos somete y nos destruye como seres humanos, pues siendo robots producimos más, cobramos poco y nos quejamos menos.
Estamos llegando a extremos que hace 30 años era impensable que se pudieran ver o escuchar en los medios de comunicación, si hace tres décadas en España se hablaba de bajar salarios, de bajar pensiones, de recortar sanidad o educación, se liaba de tal forma las protestas y las manifestaciones que se paralizaba el país, recuerdo que en las noticias pusieron una de 1976 en la que se veía a la gente salir en masa a la calle para protestar en aquella época por la carestía de vida, solo ahora que estamos empezando a pasar hambre de verdad estamos saliendo pero siendo reprimidos y engañados por un sistema fascistoide en el que rompen todas las expectativas de estas manifestaciones que en principio son pacíficas, tornándolas violentas y provocando el caos para arremeter contra ellas con una dureza peor que la de los "grises" de Franco.
Estamos a las puertas de un cambio social gigantesco en el que veremos años muy duros, años en los que la sociedad estará sometida por los peores dirigentes que la historia conocerá, años en los que nuestra vida ya no valdrá nada y si queremos vivir tendremos que pagar con sangre y sudor, trabajando como esclavos todos lo servicios que antes eran "gratis" porque los administraban los gobiernos, ahora los venderán empresas privadas que nos esquilmarán hasta el último céntimo.
Vamos hacia una sociedad inhumana en la que el dinero será lo único válido, en la que los valores que nos hacen humanos carecerán de sentido, pues el miedo nos impedírá luchar por restablecer esos valores perdidos, la solidaridad, la empatía, la ayuda al prójimo carecerá de sentido en una sociedad individualista, en la que tendremos una falsa conexíón con los demás mediante las tecnologías, pero en realidad estaremos más solos que nunca, pues cuando de verdad necesitemos ayuda física, pocos nos la podrán ofrecer, pues el miedo impuesto nos impedirá acercarnos a los demás.
Si os parece muy apocalíptica esta visión, mirar a vuestro alrededor y pensar en la gente que de verdad os ayudaría en caso de necesidad extrema, si teneís a más de cinco personas, sois afortunados, quizás siempre ha sido así, pero cada vez es peor la falta de solidaridad y la deshumanización de las personas.
La única forma de salvarnos y de cambiar esta situación está en nuestras manos y en nuestros corazones, solo si nos damos cuenta de que no debemos tener miedo, de que no pueden quitarnos nuestros pensamientos si nos informamos bien, si intentamos refugiarnos en nuestro entorno y a la vez relacionarnos con gente que quiera cambiar esto, mediante las redes sociales y eventos sociales en los que el contacto humano predomine ante el virtual, y podamos crear un nuevo pensamiento positivo en el que quepan los valores perdidos de solidaridad, de amor al prójimo, de esperanza en el futuro y en la humanidad, en la empatía con los demás y en quitarnos este pesado manto de miedo que nos han puesto encima y nos quiere destruir.

domingo, 8 de julio de 2012

CIELO


En una película titulada "La Milla Verde" cuyo protagonista era Tom Hanks y que estaba basada en un relato de Stephen King, escuché una frase que me llegó a lo más profundo de mi corazón porque tocó esa fibra sensible que nos dice que estamos escuchando algo importante o acercándonos a "la verdad" de la realidad y la vida. En una escena en la que el protagonista de la película habla con un preso condenado a muerte por un delito de sangre, un indio al que van a ejecutar al día siguiente y le lleva la cena, entonces el indio le dice al guarda (Tom Hanks):- ¿Sabes qué pienso que es el cielo?- y el guarda le dice.- dime, ¿que crees que és?, y el indio le dice:- El cielo debe ser como aquella vez que conocí a una joven india y nos enamoramos, pasamos meses juntos, conocíendonos, haciendo el amor a diario, viviendo los dos solos en una cabañita perdida en lo alto de la montaña, teníendonos el uno al otro y amándonos como si fuera lo único que teníamos que hacer en la vida, para mí el cielo debe de ser una eternidad de los momentos más felices que hayas vivido en tu vida, y mi cielo debe de ser ese.
Ante estas palabras el guarda se queda reflexionando, pero estas palabras a mí me impactaron de tal manera, que muchas veces pienso que son realmente sabias, que realmente si existe un cielo en el que tenemos que entrar al morir, debería ser un continuo estado de felicidad eterna en el que viviéramos los momentos felices de nuestra vida o vidas anteriores y los multiplicáramos en pos de una eternidad que tendríamos por delante. Quizás sea una forma muy simplista de anhelar algo después de la muerte, pero a mí me reconforta pensar en ello.
Personalmente creo que existe algo despúes de la vida, creo que hay vida después de esta, existen muchas pruebas de que el más allá es algo real, a lo mejor no como lo imaginamos, pero sí que debe de existir, pues todas las culturas y todas las civilizaciones han creido en los espíritus y en los fantasmas, no puede ser casualidad que hayan tantos fenómenos paranormales sin explicación científica e incluso los mismos científicos investigan y no las encuentran por mucho que quieran, ahí está el fenómeno de las psicofonías, de las psicoimágenes de video, las fotógrafias paranormales y testimonios de gente cabal e incluso de gente famosa que se supone no miente.
Al margen de esto, para mí sería muy triste pensar que todo lo que he vivido, he logrado y he construido en mi vida, vaya a desaparecer cuando yo fallezca, creo que debe de existir otra realidad en la que mi "yo" auténtico me revele de verdad quien soy y cual es mi misión en la existencia, tanto terrenal como espiritual, pensar en la aniquilación y la nada no cabe en mi mente, pues la nada no es posible, porque aunque polvo, seguiré existiendo en la tierra y en las plantas, en el aire y en el agua y mi materia no desaparecerá, cambiará pero no dejara de existir, por lo tanto, mi mente tampoco, cambiará, pero seguirá con mi espíritu, por lo menos así lo espero. Además, siempre que se me recuerde, seguiré existiendo en el corazón de aquel que me recuerde, por eso hay quien dice que el cielo de los muertos está en el corazón de los vivos.

domingo, 27 de mayo de 2012

LA MASA CRÍTICA




La red esta petada de entradas, posts, historias y webs que hablan sobre la crisis, sobre los recortes, sobre los bancos y sus desmanes, y quizás, este exceso de información y de "descarga" por parte de los que rabian escribiendo los males de los Bancos y de los gobiernos sea en realidad la forma de control que los poderosos están realizando con toda la población del mundo occidental. Este exceso de información y de contra información, ya sea verdad o mentira, invenciones o investigaciones, nos está saturando de tal modo que ya nadie le hace caso a todas las barbaridades que oímos a diario en las noticias de la TV o la radio, estamos tan anestesiados con un brutal exceso de información que ya pasamos de analizar lo que vemos u oímos y tragamos con lo que sea. En estos tiempos tan oscuros, en los que la humanidad está al borde de un cataclismo de proporciones bíblicas por culpa de cuatro desgraciados que quieren eliminar al 90 por ciento de la humanidad , "Club Bilderberg", "Monsanto", "Grandes Multinacionales", gobiernos en la sombra, más poderosos que los electos por los países "democráticos", etc, con una guerra de desgaste financiero y psicológico, en los que el miedo es la forma de sometimiento más extendida en las falsas democracias de los países occidentales, y en los que se crean enfermedades y se extienden en el aire y en el agua para aniquilar de una forma sutil pero efectiva a muchas personas con determinado perfil genético y social, aun puede quedar esperanza en salir de esta situación.
Debemos desconfiar de todas las formas de comunicación, ya sea la televisión, radio, internet, sobre todo de este medio, aunque muy efectivo y rápido, no es tan benigno y tan libre como pensamos, está completamente sometido y filtrado por los poderosos, nos han proporcionado el medio de expresarnos de una manera libre, pero a la vez lo contrarrestan con un exceso de información que diluye la capacidad de aprendizaje de nuestra especie, la verdad se diluye en un océano de noticias y opiniones en las que la verdad se mezcla con la mentira y los mensajes que realmente tendríamos que oír y aprender no llegan a donde deberían, se pierden.
Facebook es un arma de doble filo, pues todo está en esta red social, la gente que está harta de este sistema genera una energía de rebeldía y de repulsión al sistema, está entra en Facebook, redacta un post o una opinión cagándose en todo lo que odia, en todo lo que aborrece y mandando a fulanito o menganito a tomar por el culo y se descarga, se tranquiliza y esa energía se dispersa, por lo tanto ya está otro día en los que sus ganas de cambiar esto se han disipado y vuelta a empezar con la rutina. ¡qué bien pensado lo tienen nuestros gobernantes!, hasta dándonos la libertad nos la quitan por habernos dado un exceso de ella, eh.
Por eso pienso que lo que realmente nos haría cambiar esta situación es revertir esta conducta, acumular nuestra energía en objetivos bien definidos en los que las redes sociales nos pueden ayudar, como es estar en contacto y reunirnos físicamente delante de los gobiernos y de las instituciones, acojonarlos con revueltas pacíficas pero firmes, que sepan que el miedo no nos puede vencer, pues cuando pasemos hambre de verdad y no tengamos nada que perder entonces generaremos la MASA CRÍTICA, la energía acumulada necesaria para explotar este sistema injusto e inhumano en el que estamos sometidos y alienados. Por eso pienso que debemos recargarnos con la información necesaria, no con el exceso y la dispersión en tonterías y mentiras, debemos ser selectivos y cuestionarnos todo, así podremos generar esta masa y volverla tan peligrosa para los poderosos que los acojonemos.........

jueves, 3 de mayo de 2012

EL REFUGIO INTERIOR


En algunos momentos de nuestra vida hay situaciones de las que no nos es posible pasar, en donde afrontar el dolor y sufrimiento de esos momentos puede parecer algo insoportable, todos pasamos por momentos así en la vida, pero hay un mecanismo por el que el ser humano es capaz de soportar los mayores sufrimientos y sinsabores, el hombre es capaz de crear en su ser lo que yo llamo "El Refugio Interior", un lugar en nuestra mente en donde evocamos los momentos buenos de la vida, momentos en los que fuimos felices, en los que nada nos preocupaba, momentos en los que estabámos con la familia, felices, tranquilos, momentos en los que todo nos iba bien, en los que nos sentíamos mejor, pues evocando esos momentos, nuestro sufrimiento se aleja un poco y cuando estamos dentro de nuestro "Refugio Interior" nada nos puede hacer daño, nada nos puede lastimar, pues estamos lejos, lejos del foco de sufrimiento, en una dimensión mental en la que podemos permanecer un tiempo, el suficiente para descansar un poco de la "tormenta" que hay en nuestro presente.
Muchas personas evocan momentos de la infancia para evadirse de la realidad, otras momentos muy felices de su vida, otras simplemente recuerdan situaciones o personas que fueron importantes, hay tantos pensamientos como personas, pero siempre pensar en cosas positivas, pues distrayendo la mente enfocamos la atención en algo positivo y no en el dolor o el sufrimiento, es un mecanismo de defensa muy bueno.
Recuerdo cuando estaba pasando los efectos secundarios de mi tratamiento con quimioterapia, que intentaba no pensar en ellos evocando recuerdos felices de mi infancia, ya tan lejana en el tiempo y un poco olvidada, me sentía entonces mucho mejor y pensaba en que todo pasaría, que todo ese dolor y sufrimiento era como una tormenta de verano, por lo menos puedo decir que funcionaba. De todos modos cada persona puede sentirse segura de muchas maneras, su refugio interior puede ser recordar o simplemente no pensar, escuchar música o ver una película para evadirse de la realidad, solo que a veces el sufrimiento y el dolor es tan grande que no es posible olvidarle ni evadirlo, pero siempre nos puede ayudar tener nuestro pequeño "refugio interior".

jueves, 12 de abril de 2012

LOS NO JUBILADOS



Hoy hemos recibido una tremenda noticia desde nuestros amos, los señores del fondo monetario internacional, también llamado FMI o lo que es lo mismo, FASCISTAS MONETARIOS INTERNACIONALES, avisando a la población mundial que no podemos seguir viviendo tantos años, por que si no tendremos que aumentar la edad de jubilación, y me ha sorprendido mucho la desfachatez y sinvergüenza que han tenido estos señores diciendo claramente que lo que interesa es que nos muramos pronto, amenazando con esclavizarnos más años en este sistema capitalista tan terrible en el que vivimos, alienados por el trabajo y por la cuestión económica.
Pues bien, precisamente hoy tambien he estado hablando con una persona de unos 80 años con una salud envidiable, con toda su cabeza y sus conocimientos, con ganas de vivir e incluso de trabajar. Me contaba como eran las cosas en sus tiempos, como ha cambiado el mundo para mal, que a pesar de las guerras pasadas, como la civil española o la segunda guerra mundial, en el mundo donde el vivió la vida era de otra manera, más reposada, más tranquila y con más valores, y más ecológica y natural. Yo le dije que pagaría ahora mismo lo que me pidieran por saber que a esa edad iba a estar como él y se ha reído, dándome la razón.
Pensando que yo tengo 35 años y ya he estado enfermo grave dos veces, con 5 operaciones y otras historias que no vienen al caso le he dicho:-nuestra generación no llegará a vivir tantos años, por lo menos la mayoría, pues estamos envenenados por la química ya desde que estamos en el útero de nuestra madre- él me miró y me dijo:- ¡qué razón tienes hijo¡, nada tiene que ver la comida de ahora con la de antes.
Reflexionando sobre esta conversación me vino a la mente la susodicha noticia del FMI y me doy cuenta de la época tan terrible que nos toca vivir, donde cada vez se valora menos la vida y más el estúpido dinero, ya no se quiere alargar la esperanza de vida, nos quieren aniquilar por medios sutiles pero efectivos y lo lograrán, nos quieren envenenar con sustancias químicas que nos provoquen enfermedades y palmemos pronto para no pagarnos la pensión de vejez, para que ellos se embolsen todo el dinero que deberíamos disfrutar en esos años que se suponen ganados por nuestro duro trabajo, como digo es terrible.

Por eso deberíamos alzar la voz y quejarnos por lo menos ante estos demonios financieros que nos quieren esclavizar hasta que ya no somos útiles y luego matarnos como perros enfermos para no mantenernos, a esta gentuza deberíamos enseñarles los dientes y pararles los pies con nuestras acciones, lo que pasa que es muy difícil, pues nos tienen demasiado controlados por sus bancos y sus políticos. Algún día nos daremos cuenta y empezaremos la revolución, de momento, sabed que nos quieren matar cuando no seamos útiles para la producción industrial.....

lunes, 27 de febrero de 2012

LAS PEQUEÑAS COSAS

Era de madrugada, serían más o menos las 4 de la mañana, pronto amanecería y allá, en lo lejos se oía el rítmico canto del autillo, solitario, uniforme y  reconfortante. Miraba hacia el cielo y miles de estrellas parpadeaban como intentando enviar un mensaje en morse que solo ellas conocían, me quedaba extasiado mirando aquel firmamento tan lejano y tan cercano a la vez, tan inmenso y tan pequeño, me sentía como un observador privilegiado y entonces me dí cuenta de lo maravilloso que puede ser el mundo si lo contemplamos desde la belleza, desde lo profundo del alma, mirando con el asombro de un niño, observando todo lo que nos pasa en la vida como si fuera algo único y maravilloso, ilusionarse por esas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena.




Aquella madrugada se me reveló algo muy importante que debía seguir en mi vida, debía prestar atención a las pequeñas cosas que me ocurren, porque en ellas están las claves para ser feliz. En este mundo tan artificial que hemos creado los humanos, nos hemos centrado en la parte material de la vida, construyendo una sociedad cada vez más tecnificada e impersonal, una sociedad vacía, inhumana en la que todos creemos estar conectados y en realidad estamos más solos que nunca, pues el contacto humano se está perdiendo. Creíamos que nuestro futuro siempre iría hacia adelante, pero la realidad como podemos comprobar no es así, estamos retrocediendo en muchos aspectos, pero somos nosotros los qué en nuestro interior tenemos que luchar por conservar lo que nos queda de humanidad, para no perder nuestro niño interior que se asombra ante un mundo que es maravilloso, porque aunque no lo creamos todo lo que nos pasa en la vida es por una razón y quizás sea para aprender lecciones y obrar en consecuencia en otra vida, no se, el tema da para mucho, pero lo que sí se es que apreciando la belleza, la música, la risa, la naturaleza y los valores de la vida, se vive mejor y se es más feliz, es verdad que la felicidad que nos proporcionan las pequeñas anécdotas de la vida como es el reírte con tus hijos, el ver las estrellas con tu pareja, descojonarte con un chiste, ver un paisaje bonito, emocionarte con una película o un vídeo es lo que le da sentido a una vida que pretenden pintarnos de color gris, aunque en realidad tiene todos los colores, por eso decía Jesús: -dejad que los niños se acerquen a mí, pues él quería que entráramos en la vida como un niño, con ilusión y con asombro, pues siempre lo seremos, pues nuestro niño interior es el que nos hace vivir y el que nos da fuerzas para ello, por eso debemos cuidarlo y mimarlo siempre.

miércoles, 4 de enero de 2012

CAMBIO CLIMÁTICO


Recuerdo como si fuera ayer aquellos  días de Invierno, cuando nuestras madres nos ponían el abrigo, los guantes, la bufanda y el gorro para llevarnos a la escuela, eran días grises, muy fríos, lluviosos, en los que los charcos amanecían totalmente congelados por las heladas de la noche. Eran días tranquilos, apacibles a pesar de las inclemencias del tiempo, porque el tiempo pasaba más despacio, o por lo menos la sensación que teníamos todos era de más lentitud en el transcurrir de las manetas del reloj, eran otros tiempos.
¡Qué contraste con los inviernos de ahora, en el siglo XXI, estamos a principios de Enero y la temperatura a mediodía es de 20 grados, por la noche quizás llegue como muy baja a los 7 grados, el Sol nos acompaña siempre y es muy raro ver llover o nevar en este país actualmente.
El cambio climático es evidente y quien no quiera verlo se pone una venda en los ojos, la naturaleza está al borde del desastre y poco podemos hacer para cambiarlo, tendremos que aprender a sobrevivir con la hecatombe climática que nos acecha.
Cuando miro a mi alrededor me doy cuenta de lo deteriorado que está el entorno natural de donde vivo, solo veo basura por todos lados, plásticos, árboles moribundos y bancales abandonados, basura acumulada en rincones, desechos de todo tipo esparcidos por las cunetas de las carreteras y caminos, las plantas antaño lozanas ahora aparecen secas y moribundas, las plagas de insectos se comen la poca vegetación autóctona que queda y como no llueve, todo se seca.
Mis recuerdos de la niñez están ligados a la naturaleza, en donde yo jugaba  habían árboles, matorrales, barrancos y lomas llenas de vegetación y humedad en las que crecían toda clase de plantas, veíamos bichos de todas clases, lagartijas, caracoles, pájaros y en otoño, setas, y en verano jugábamos debajo de los algarrobos gigantes que allí crecían. Nuestra fantasía volaba y nos hacía vivir mil aventuras en aquellos pequeños oasis de vida que aun quedaban en la ciudad. Ahora todo ha desaparecido, todo está construido y aplanado para seguir construyendo, ya no quedan árboles, ni matorrales, ni bichos, ni caracoles, ni vida, solo cemento, hormigón y tristeza gris.
Ahora que, recordando aquellos tiempos y viendo a mis hijos, me da mucha pena no poder darles una vida como la que tuvimos antaño nosotros, no poder darles un entorno natural en el que aprendan a respetar la naturaleza, no poder darles y transmitirles los valores con los que nosotros crecimos, porque aunque éramos unos cafres cazando animalillos y a veces haciendo barbaridades, nos gustaba vivir en la calle y en las afueras de los pueblos, en el entorno natural que aun quedaba, veíamos programas de televisión que nos enseñaba la naturaleza, como el hombre y la tierra y el Arca de Noé, nos enseñaban lo que era la vida con dibujos animados en "Erase una vez la vida", se nos inculcaba el respeto a la naturaleza, hoy en día poco veo en la televisión sobre ecología, pocas series de dibujos hacen aprender a nuestros hijos y a darles valores, y poca naturaleza queda ya por enseñar, pues casi todo está deteriorado.
Solo espero que a base de palos, la humanidad aprenda y se dé cuenta del tremendo error en el que vivimos, del mal que estamos haciendo al entorno y que podamos por lo menos parar este desastre, porque arreglar creo que ya no es posible, pero por lo menos conservar lo poco que tenemos para que nuestros hijos puedan por lo menos vivir.