domingo, 12 de diciembre de 2021

¿DISTOPÍA DEMOCRÁTICA?


Quisiera hablar de como me siento, pues en mi interior hay sentimientos encontrados, de soledad, de tristeza, de desazón ante la vida, pero también de alegría, ilusión, sueños por realizar, pero siempre dejando que a veces los sentimientos negativos arrastren todo lo positivo a un rincón oscuro en el que me es difícil recogerlos para sacarlos a mi presente.

Veo el panorama actual y no invita al optimismo, pues la realidad que se nos presenta ante nosotros es demasiado distópica e irreal, pues siempre me da la sensación de que esto que está pasando no es real, que estamos en una película de clase b, pero no, es real y tenemos que lidiar con ello.

Nuestro Mundo ha cambiado tanto en un par de años que parece que hace muchos más que lo hizo, la falta de contacto humano nos está pasando factura psicológica, si ya antes la gente cada vez estaba más distanciada y con falta de verdadera comunicación, ahora con todas las restricciones y el miedo, aún sentimos todos más soledad, sin fiestas, sin reuniones, etc.

El ser humano es un animal gregario, necesita del prójimo para vivir y a la vez el prójimo lo considera muchas veces su enemigo, es la eterna dicotomía de la humanidad, todos nos necesitamos pero todos luchamos por nuestro individualismo, y gracias a esta puñetera condición, quienes de verdad gobiernan nuestras sociedades hacen uso de esta debilidad y la fomentan para poder controlarnos y sacarnos todo el provecho, esclavizarnos en un sistema opresor que a la vez te hace creer que eres libre.

Siento opresión física en el pecho al pensar en la falta de libertad a la que nos está condenando esta "Pandemia", siempre justificada en aras de proteger a la población de las consecuencias de la misma, pero bajo ese paraguas más o menos loable y benigno estoy seguro que se esconden otros propósitos más oscuros de los cuales se habla, pero se calla para que nadie te señale, para que no te consideren un "peligro", un raro, y si hablas te ningunean, han creado una censura perfecta, dejando que la gente pueda opinar, pero a la vez censurando sin piedad en las redes y en los medios, dejando que se diga la verdad pero luego desmintiendo lo dicho con sus trolls y periodistas afines, para que nunca sepamos la verdad auténtica, nos venden su verdad y tragamos, pues ellos inundan todo con el barniz del miedo y así venden su cometido.

Yo no soy negacionista, no soy anti vacunas, no soy conspiranoico, bueno, un poco sí, pero no intento derrumbar el sistema, ni quiero ir contra nadie, solo quiero ser un ser humano consciente, discernir sobre la vida y el futuro, tener criterio propio y decidir sobre lo que me conviene o no sin que nadie me lo imponga.

Y vivimos en tiempo de dictadura encubierta, de dictadura del miedo, de dictarnos el diálogo interior que tenemos que pensar, y eso me repatea tremendamente mi espíritu, porque veo que ya no somos libres ni en nuestro interior, podemos pensar libremente, yo creo que ya no, nos influencian demasiado, y quienes nos oponemos a lo que desde las altas esferas o lo cuestionamos, se nos calla, se nos ningunea y se nos condena al ostracismo, eso no es democrático, es dictatorial, pese a quien le pese.

Lo peor de todo es que todos los países se han puesto de acuerdo en usar estas técnicas, que no son nuevas, pero siempre son efectivas.

Como digo yo no soy una persona que niegue las evidencias, pero cuando en mi corazón y mi entendimiento rechinan cosas que veo en los medios, en la gente y en la sociedad, quisiera que nadie me llamara raro por cuestionar ciertas cosas, pero para cuestionar hay que tener memoria, y por lo visto eso es lo que han conseguido que no tengamos.

Recuerdo ver noticias en años posteriores a la Pandemia, que en la época Invernal habían muchos días en que las Ucis estaban llenas por la Gripe estacional, en donde ponían imágenes de las urgencias saturadas, las camas por los pasillos, los médicos corriendo, y los hospitales llenos, hoy en día nos dicen datos, que si las Ucis están al veinte por ciento, que si la incidencia es tal o cual, pero no hay imágenes, y quizás eso haga que aún la sensación de temor sea mayor al imaginarnos lo que nos dicen, pero ¿es real?, es lo que está pasando de verdad, o ¿la realidad es otra que no nos cuentan y no podemos ver?.

Claro, haciendo estas preguntas ya soy un conspiranoico, pero creo que se nos oculta mucho en todas esta historia del bichito chino, que nos ha invadido todo y nos está minando poco a poco.

Siempre que paseo por La Rambla de mi pueblo miro unas flechitas de color blanco que pintaron en abril de 2020, justo después del confinamiento, flechas hacia arriba en el carril derecho y flechas hacia abajo en el carril izquierdo.

Estas flechas eran las direcciones que teníamos que tomar cuando nos dejaron salir a pasear a ciertas horas, y todos como borregos íbamos para arriba y luego para abajo, como ganado, para pasearnos como mascotas, para ir acostumbrándonos a la semilibertad que se nos iba a "devolver".

Mirando con la perspectiva del tiempo pasado, me siento humillado, me siento como una marioneta, pues nos trataron como eso, como marionetas a su antojo, para controlar una enfermedad, que no se ha hecho aún, con todas las medidas draconianas y con las supuestas vacunas que nos han inoculado, que Dios sabe que llevan.

Cuando rememoro esta escena de cientos de personas yendo de arriba hacia abajo por esta Rambla, mis vecinos, siento vergüenza, me siento que nos han robado el criterio, que nos han tratado como niños pequeños y que se nos ha infantilizado, pues ya no somos dueños de nuestros actos, papá estado nos dicta lo que tenemos que hacer.

Todo esto no quita que haya que tener precaución, mascarillas y todo lo que hacemos hoy en día, pero la realidad creo que podría ser otra si todos pudiéramos tener criterio en las decisiones, pero eso es lo que falta, una sociedad ignorante como la nuestra tiene lo que se merece, y los políticos que se merece.

Hemos pasado de la política y la política pasa de nosotros, esas es la realidad, y con esta cobertura y la que proporciona el bichito chino, distopía perfecta para el beneficio de unos pocos.

Seguimos en el camino distópico...