domingo, 14 de diciembre de 2014

EL POSO DE LA DESDICHA


Hace unos días me enviaron por el facebook un artículo que hablaba sobre el actor Keanu Reeves, donde contaban que la vida de este actor, a pesar de ser tan famoso y haber ganado tanto dinero, en vez de ser una vida llena de comodidades y feliz, era todo lo contrario, austera y solitaria, la vida de este hombre había sido un cúmulo de desdichas, desde los maltratos de su padre, alcohólico y traficante de drogas, la muerte de su mejor amigo el actor River Phoenix, la pérdida de su hijo no nacido, la muerte de su novia y la enfermedad de su hermana, afectada de una leucemia que pudo superar, aunque el apoyo de su madre fue esencial para su carrera, repleta de éxitos y de reconocimiento.
Pero por lo visto todas las desdichas de su vida han sumido a este hombre en un estado de apatía hacia la vida que le hace ser solitario, taciturno y "desconectado" de la sociedad y de las relaciones personales, todas estas malas experiencias han supuesto un peso demasiado grande en su corazón que le hace comportarse de esta manera, hasta afirmar que "Muchos necesitan la felicidad para vivir, yo no". Esto está afectando mucho a su carrera y más a su vida, llena de infelicidad permanente.
En mi opinión creo que la actitud de este actor es patológica, rayando en la depresión, en la vida nos encontramos con experiencias de todo tipo, algunas muy buenas, otras menos buenas y otras realmente malas, por no decir horribles. Todos pasamos por todo tipo de experiencias, algunos más que otros, y a cada persona le afecta de diferente manera.
Todos perdemos a seres queridos, todos tenemos tragedias en nuestras vidas, y hay muchas veces que los golpes que nos da el destino son tan fuertes que no podemos recuperarnos en mucho tiempo o no nos es posible hacerlo, pero en mi opinión todo en la vida ocurre por una razón, y sin entrar en debates filosóficos o espirituales, lo que nos ocurre debe valernos para aprender de esa experiencia, pues a veces en las malas vivencias es cuando nos damos cuenta del valor de las cosas, de las personas y de lo que tenemos en esta existencia, pero aunque yo no soy juez de nadie, ni quiero juzgar el comportamiento de ninguna persona, porque cada uno es mundo, pienso que aunque tengamos muchas experiencias malas en la vida, debemos de ser capaces de reponernos y darle un sentido a la misma, pues nuestras circunstancias pueden ser terribles pero la actitud que tengamos ante ellas hace que nuestra vida vaya por un camino o por otro; "El éxito o el fracaso en nuestra vida no depende de las circunstancias, sino de la actitud que tengamos ante ellas".
Sé que no es fácil afrontar la muerte de un ser querido, es más, es necesario sentir el duelo por él, y dejar pasar el tiempo para que la herida cicatrice, pero el problema, como dicen los budistas radica en que las personas nos aferramos a los recuerdos y no dejamos marchar a los que ya no están, sufrimos por ellos y el "apego" nos hace estar siempre en desdicha porque no aceptamos la falta de estos seres queridos, dejar "marchar" ese "apego" y aceptar la realidad de la muerte y no aferrarnos a los recuerdos, que no es lo mismo que recordar los buenos momentos, eso es positivo; así comprenderemos que todo en la vida se acaba, aunque sé que es muy duro y difícil, aceptar que ese era el camino de esa persona y que nada podíamos hacer para evitarlo es esencial, aunque como digo es muy difícil comprender, hasta yo mismo lo escribo y probablemente no lo comprenda.
La actitud positiva en la vida es un gran don, en mi caso reconozco que soy una persona que muchas veces peca de pesimista, pero sé que en realidad esta actitud pesimista la uso como una especie de defensa psicológica ante los palos de la vida, siempre me pongo en lo peor para que el golpe, si es menos malo de lo que pienso, lo note menos, o por lo menos estar más preparado para él. Sé que esta actitud no es buena pero quiero cambiar, ser más positivo y ver lo bueno de la vida pero el actual ambiente vital en el que nos movemos no invita a ello, desde la televisión nos bombardean con lo malo, desde la radio, internet, y todo para que tengamos miedo y seamos negativos, así nos pasa como a Keanu, nos negamos a nosotros mismos la felicidad, dejamos que "El poso de la desdicha" se hunda en nuestro espíritu, y como la "madre" de un tonel de vino, que al vino regular lo hace bueno, en este caso pasa al contrario, este poso va inundando nuestro ser y minando el ánimo hasta que nuestra vida pierde el sentido y dejamos paso a la apatía y solo vemos y regocijamos en lo malo que nos ha pasado ,y dejamos lo bueno y lo bonito de lado, nos hundimos en la depresión y ya no vivimos, agonizamos cada día más hasta que sucumbimos a esa depresión y a la negatividad.
Por eso debemos de desechar ese "Poso de la desdicha" que nos agria la vida, que nos llena el espíritu de negatividad, que hace que la vida sea un cúmulo de días grises y sin sentido, para ello debemos afrontar lo que nos venga con la actitud de un alumno que quiera aprender, tener muy claro que nada permanece en la vida, que todo cambia, y que hay momentos buenos y otros no tan buenos, que todo ocurre por algún motivo y aprender a aceptar que es así.
La teoría es muy fácil de decir, ponerlo en práctica no lo es tanto, pero creo que vale la pena intentar cambiar nuestra actitud y ver la parte positiva, eso corre de nuestra cuenta porque la parte negativa ya se encargan muchos de dárnosla a conocer, ante todo lo malo que nos ocurra, afrontarlo con la mayor serenidad posible y sobre todo aprender a aceptar esas circunstancias, tener en cuenta que todos los días sale el Sol, aunque la tormenta no nos lo deje ver, pero ahí está y más tarde o más temprano brillará y nos dará el calor que necesitamos.

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