domingo, 1 de enero de 2017

REFLEXIÓN DE AÑO NUEVO


Año nuevo, vida nueva, eso dicen, aunque la verdad es que la vida es un continuo viaje en el que los cambios de año simplemente son una numeración ficticia creada por nosotros para poder establecer fechas concretas a todos los acontecimientos que suceden en nuestra efímera existencia.

En este primer día del año 2017, quien lo diría, ya llevamos diecisiete años en la cuenta del siglo XXI, y parece que fuera ayer cuando el año 2000 era el lejano futuro en el que los coches volarían y los humanos estaríamos conquistando las galaxias, pero ¡qué distinto nos ha salido el futuro!, eh, quizás fuimos demasiado optimistas en pensar todas aquellas cosas en la década de los ochenta y noventa, cuando la técnica parecía imparable y nos iba a llevar a las estrellas, aunque no ha sido así, mas bien nos está llevando a una época de introversión en nosotros mismos fomentada por un auge del individualismo y alimentado por los gobiernos para "conectar" digitalmente a las personas pero desconectarlas físicamente del entorno y de la realidad. Un futuro desesperanzador que cada vez se está volviendo más real.

Cada vez me doy más cuenta de  que el contacto humano se está perdiendo, los encuentros, los cafés con los amigos, las reuniones, cenas, celebraciones, etc, se espacian en el tiempo, o simplemente ya no se dan, aparte de que ya tenemos una edad en la que la familia y las obligaciones nos impiden muchas veces participar en estas cosas, pero es verdad que, aún teniendo muchos medios de comunicación, como nunca antes han habido, ahora nos buscamos menos, o por lo menos esa es la sensación que yo tengo cuando veo pasar los días, los meses y los años, y cuando miro el facebook o el wassap veo que me avisa de cumpleaños, de eventos y me doy cuenta que ya hace un año que me dijo lo mismo de esta persona y no he hablado con ella ni dos palabras, o de otra, o de otra y así de mucha gente que conozco y ni siquiera nos saludamos si nos vemos por la calle y en facebook estamos como amigos, me entra tristeza al ver la falta de contacto real que tenemos, aunque hay excepciones por supuesto, pero la sensación en la mayoría de casos es de indiferencia en el Mundo Real y sin embargo en el digital hasta nos felicitamos solo porque nos lo recuerda y programa informático, no se, quizás aún estoy anclado al pensamiento del siglo XX sobre las relaciones humanas y no estoy en la "onda", la verdad es que me desconciertan algunas actitudes de la gente.

Luego también la forma de relacionarse las parejas de hoy en día difiere mucho de la de hace veinte años, de los de mi generación, ahora la gente relativiza todo, buscan pareja, pero a la vez tienen miedo de "atarse", se busca la intensidad del enamoramiento pero al surgir problemas por la convivencia o por los roces de una relación sentimental, enseguida o huyen o buscan otras relaciones que les den lo que tenían al principio de la última, los instantes "perfectos" del enamoramiento, la satisfacción inmediata, el consumo rápido del amor, como hace el mundo digital, todo instantáneo, todo al momento, todo rápido, sin reflexión, sin pausas para pensar en lo que se hace, viviendo el momento y consumiendo el instante como si no hubiera un mañana, pero luego lo hay y viene la decepción, la falta de la chispa primigenia que genera la satisfacción primera del amor, entonces aparece la frustración y la realidad impera, hay que huir y volver a buscar la "ficción", y volver a sentir el enamoramiento de otra persona, amor de consumo, de usar y tirar.

No todo el mundo es así, por supuesto, pero cada vez la gente se divorcia más, se aguanta menos y la misma sociedad fomenta mediante el consumismo el cambio de parejas, incluso los psicólogos de esta nueva sociedad recomiendan el cambio cada cinco años, y lo anuncian a bombo y platillo como si fuera los más saludable, por eso el amor se relativiza y se convierte en un producto de consumo como puede ser un coche, aunque como digo, hay de todo, parejas que aguantan su amor contra viento y marea y otras que aguantan por costumbre, por miedo, por necesidad, o por lealtad.

No soy nadie para juzgar lo que cada uno haga, ni es mi intención pero reflexiono sobre la forma de vida que estamos llevando y me doy cuenta que vamos demasiado rápido en algunas cosas y en otras nos falta aprender mucho para poder tener una vida plena y feliz, entre estas cosas están las aptitudes sociales, que por culpa de los medios digitales estamos perdiendo, creando una sociedad digamos, sin ánimo de ofender a nadie, Autista, en el sentido de aislamiento de la misma, aunque puede ser una sociedad que tenga partes geniales, que nunca se han dado en la historia humana, como el acceso al conocimiento, la instantánea transmisión de la información y las posibilidades culturales que todo esto brinda, pero también estamos creando soledad, una soledad conectada pero al fin y al cabo, eso, soledad pura y dura.

No quiero acabar este post siendo pesimista, aunque estas reflexiones puedan parecerlo, creo que no todo está perdido, estamos viviendo tiempos nuevos en los que afrontamos nuevos retos, y uno de ellos es el aprender a integrar todas las posibilidades de la era digital en nosotros pero sin perder la esencia que nos hace personas humanas, desarrollar nuevas habilidades de que hagan expandir la conciencia y crear un nuevo Mundo en el que la aptitudes de Inteligencia Emocional nos hagan transformarnos en nuevas personas que eduquen a nuestros hijos en la verdad, en la paz y en los valores de una sociedad avanzada, para ello debemos mirar un poco atrás y aprender de la historia y de nuestros padres, para no tropezar en la misma piedra que ellos y aprender a usar los medios que tenemos en nuestro beneficio, es difícil, pero no imposible, en nuestra manos queda cambiar el Mundo, aunque suene a Utopía, nuestra generación tiene la clave, y en nuestros hijos deberá surgir el cambio, nosotros somos el detonador de la gran explosión universal que hará tambalear al viejo Mundo de nuestros abuelos, absorbidos por la era materialista, ahora nosotros debemos aprender a desengancharnos de esa era y entrar en la era de la "Esperanza" de la Unidad de los pueblos del Mundo, de la prosperidad de nuestra especie, si no lo logramos, simplemente nos exterminaremos, aún podemos cambiar este negro futuro, nosotros tenemos la clave. 
Feliz año nuevo a todos¡¡¡ Seguimos en el camino, amigos...

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