domingo, 17 de diciembre de 2023

UN PASEO EXTRAÑO CAPÍTULO 10


  Salieron junto con Gimmi del lago "barrio" donde estaban las Nereidas y las Ondinas, se dirigían a la zona Oeste de la "Ciudad Elemental", allí vivían y tenían sus aposentos todos los Gnomos que trabajaban en la Tierra de la zona donde Josu y Antoine vivían, la zona de las huertas, campos y sierra eran sus "dominios", pues ellos preparaban la naturaleza para que las plantas, los árboles, las zonas de matorral y toda la vegetación creciera en armonía, con sus ritmos en cada estación.

Gimmi les condujo a la entrada del "barrio" Gnomo, siguiendo el camino de adoquines de cuatro colores, en unos minutos, o en lo que ellos creían que eran unos minutos, pues el tiempo no tenía casi sentido en este plano de existencia, llegaron a la puerta del mismo.

Había un arco en la entrada, construido de piedra basáltica, con una especie de brillos, de un gris plateado que al darle la luz emitía una tonalidad blanquecina de una belleza inusual para ser una piedra. Parecía tener luz propia.

En la parte alta del arco pétreo había una inscripción en rúnico, como ya era costumbre en todos los lugares que habían visitado hasta ahora.

El texto era el siguiente: ᛚᚪ ᛏᛁᛖᚱᚱᚪ ᚾᚩ ᚾᚩᛋ ᛈᛖᚱᛏᛖᚾᛖᚳᛖ, ᚾᚩᛋᚩᛏᚱᚩᛋ ᛈᛖᚱᛏᛖᚾᛖᚳᛖᛗᚩᛋ ᚪ ᛚᚪ ᛏᛁᛖᚱᚱᚪ” que traducido era "La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra"

Gimmi se quedó mirando la inscripción de la entrada y les miró, entonces dijo: -Así es, queridos amigos, esta es una de las verdades más grandes que nadie os puede decir nunca, este es nuestro lema, pero vosotros lo habéis olvidado.-

Entraron al bosque de casas entrelazadas entre los árboles de todos los tamaños que habían en ese "barrio"bosque, pues entre los árboles lo Gnomos construían casas de madera debajo de los troncos, excavando cuevas en lo profundo, otros en los troncos de los árboles, otros en las copas, pero no había caos en esas construcciones, pues todas eran armoniosas en el conjunto de esa vegetación, en la cual apenas entraba la luz que emanaba del extraño cielo violáceo de esta dimensión.

El verde de las hojas de los árboles era brillante, las ramas de los mismos crecían alrededor de las construcciones de los Gnomos, se veían a muchos igual que Gimmi ir de un lado para otro,siempre atareados, con herramientas, con maletines en las manos, se veía mucha actividad en aquel bosque tan peculiar. 

Josu preguntó a Gimmi: - ¿Se ve mucha actividad por aquí, no?- Si, dijo Gimmi, hay mucho trabajo por hacer, estamos en primavera y las plantas necesitan muchos nutrientes, las flores tienen que brotar y la hierba tiene que crecer para alimentar a los animales, también es época de reproducción de los mismos, por eso debemos remover la tierra de la Sierra, abrir conductos subterráneos para que los acuíferos rieguen interiormente todos los campos y sierra de nuestra zona de trabajo, este año hay mucha sequía y nos estamos quedando sin agua, por culpa de la actividad humana la lluvia tarda cada vez más en aparecer, los campos se están secando y las cosechas, incluso para vosotros cada vez son peores.

Los Gnomos vivimos entre vosotros también, somos parte del paisaje que veis, nosotros cuidamos de los campos que no cultiváis en incluso en vuestros cultivos también os ayudamos. 

Los Gnomos que viven en la huerta siempre han estado colaborando con vosotros, llevando insectos beneficiosos hasta vuestros frutales para polinizarlos, guiando a los escarabajos para que los abonos los descompusieran, haciendo que las lombrices fabricaran esos nutrientes con los mismos, pero desde que estáis usando los pesticidas hemos dejado de estar en estos lugares, ya no podemos estar ahí, nos envenenáis, a la vez que lo hacéis con las demás plantas y animales, cultiváis vuestros campos con muerte, para cosechar plantas envenenadas que os dañan también-.

Somos los que dirigimos a los Enanitos Amarillos en sus tareas, digamos que ellos ejecutan las órdenes para darles los nutrientes a las plantas, ordenar la fotosíntesis de las mismas, regular los ciclos de la vida con los animales, insectos y toda la fauna, hasta la microscópica, somos los pastores de la vida en la tierra, así como las Ondinas y Nereidas lo son de las aguas, los Silfos y Sílfides de la Atmósfera y las Salamandras, bueno, no regulan la vida, pero si la energía que la mueve, hasta a nivel celular, pero eso ya lo explicaremos más adelante, esa es una de las enseñanzas que el Fauno quiere corregir en el Codex Elementaris, ya hablaremos de ellos.

-Venid, seguidme hacía esa puerta en la base de aquel tronco, es el de un Roble Negro, yo soy su guardián, cada Gnomo es guardián de uno de ellos, este árbol es el reflejo en esta dimensión de otro de iguales características en vuestro Mundo, en realidad este es uno de los pocos robles que existen en vuestra Sierra, aquí es donde vivo, esta es mi puerta hacia mi hogar y a vuestro mundo, pues los Gnomos tenemos la capacidad de poder ir desde nuestro hogar a vuestra dimensión de forma rápida, por eso estamos tan familiarizados con vosotros-.

Josu y Antoine vieron que la puerta  era demasiado pequeña para que pudieran entrar, pues Gimmi medía unos cincuenta cms, la puerta era ovalada, con un pomo de hierro en el centro, tenía una cerradura a la derecha también de ese material, parecía muy vieja, pero tenía un aspecto robusto y fuerte.

Gimmi al ver su sorpresa les dijo:- Perdonad, se me olvidaba, tenéis que tomar esto-, sacó un azucarillo de color marrón y se los dio, ellos se lo metieron en la boca y a los pocos segundos empezaron a encogerse hasta alcanzar el tamaño de Gimmi, se quedaron sorprendidos, pero ya a estas alturas empezaban a acostumbrarse a esta clase de prodigios.

Entraron por el túnel excavado en la base del tronco y anduvieron un buen tramo hasta que vieron una puerta de color verde con adornos muy bonitos de color rojo, como cenefas, Gimmi toco tres golpes en la misma, esperaron durante medio minuto y la puerta se abrió dejando salir la luz del interior de la vivienda, por ella salió una Gnoma, una mujer igual que Gimmi pero sin barba y con unas facciones que denotaban confianza y bondad.

Ella es Mimma, es lo que en vuestro mundo conocéis como mi esposa, pues los Gnomos somos muy parecidos a vosotros y también tenemos familia, tenemos hijos y nos reproducimos igual-dijo Gimmi-.

-Bienvenidos amigos- dijo Mimma, estáis en vuestra casa, os he preparado un te de hierbas para que os reconstituyáis de tantas emociones y aventuras nuevas.-

Entraron a la casa por un recibidor adornado con cuadros de otros Gnomos, como si fueran fotos familiares, con escenas de trabajo, arando los campos, curando animales, o simplemente posando sonrientes.

-Estos son mis antepasados- dijo Gimmi, nos gusta recordarlos en cuadros que ponemos en los recibidores y comedores de nuestras casas, pues los Gnomos somos también mortales, dentro de los elementales nuestra similitud con vosotros es mucha, aunque solemos durar más de cuatrocientos años de los vuestros.

Mimma iba vestida con una blusa blanca, con un pañuelo en el cuello y una falda larga hasta los tobillos hecha con la misma tela a cuadros que Gimmi lucía en sus pantalones.

Su pelo iba recogido dentro de un gorro puntiagudo que era más pequeño que el que Gimmi llevaba, su color era marrón, mientras que el de Gimmi era rojo, no se lo quitaban nunca, o eso decían, ni siquiera para dormir, porque también lo hacían al igual que los humanos.

Pasaron del recibidor al Salón Comedor, allí Mimma les había preparado un te con una especie de dulces que puso en un plato.

Se sentaron alrededor de una mesa mientras Mimma les instaba a que probaran el te que con tanto esmero había preparado, ella se sentó al lado de Gimmi, Josu y Antoine estaban de cara a ellos.

Gimmi les dijo de forma solemne.- Os hemos traído hasta mi casa porque quiero explicaros cual es la misión de los Gnomos y que queremos que contéis en su momento a quienes regentan el poder en vuestros pueblos.

Los Gnomos existimos desde antes que vosotros aparecierais en vuestro Mundo, pues han existido más civilizaciones "no humanas" antes que vosotros, en la historia natural de la Tierra han habido grandes catástrofes provocadas por otros "seres humanos" que no eráis vosotros que destruyeron la superficie de la misma, extinguiendo casi por completo a toda la vida orgánica del planeta.

Nosotros siempre nos hemos adaptado a todas las circunstancias que en las distintas eras han acontecido en las distintas civilizaciones, Gaia, o lo que vosotros creéis que es Dios, pues Dios es un concepto que nosotros no podemos concebir, pues somos parte de la creación, pero digamos que estamos en un punto intermedio de lo creado y lo inexistente, es como si fuéramos un pensamiento de la divinidad, de la creación, por eso vivimos entre el mundo físico y el etéreo. 

Los Gnomos somos los guardianes de la tierra y de todo lo que acontece en ella en el Mundo natural, todo lo que la humanidad cambia en el planeta les concierne a ellos, pero siempre entra en conflicto con nuestra misión, que es preservar el equilibrio natural en los bosques, en las montañas, las selvas, las sabanas, los desiertos, por eso somos tan numerosos, estamos en todos los hábitats secos del planeta, junto con los Elfos amarillos, o Enanitos, con sus ciudades instaladas en cada lugar que habitamos equilibramos los ecosistemas, ayudando a la Madre Tierra a que la naturaleza siga su curso y toda la Biosfera esté en orden.

El trabajo de los Gnomos está complementado por unos seres de los que no hemos hablado todavía, estos seres son lo que en vuestro mundo conocéis como Las Hadas, aunque en vuestros cuentos las habéis descrito muy bien, la realidad de las mismas es mucho más importante y más real de lo que vuestros escritores han contado de ellas.

Ellas no están en esta dimensión, aunque pueden entrar cuando gusten, pero han decidido vivir en la vuestra, en la Tierra "real", porque allí pueden desempeñar mejor su trabajo, ellas nos ayudan en las tareas que no podemos realizar nosotros, pues sus cantos, su música y su magia es la que en realidad ordena la naturaleza de forma armoniosa desde vuestra realidad.

Las Hadas están en todas partes, pero son invisibles al ojo humano, aunque ellas pueden hacerse notar dejando señales y densificando su materia feerica a voluntad, al igual que nosotros los Gnomos, quieren vivir entre los humanos, disfrutan viendo la felicidad y la risa de los niños, son también sus "amigos imaginarios", intentan dar mensajes desde la más tierna infancia para que poco a poco la humanidad avance, pero vuestra sistema educativo e industrial hace que esas enseñanzas queden borradas de vuestra menta al entrar a vuestras escuelas.

Las Hadas son las creadoras de la belleza en la naturaleza, tintan las flores, mezclan la savia de las plantas para crear los increíbles aromas de los campos y los bosques, cuidan a los pájaros en los nidos cuando sus padres no están, aunque no pueden evitar la "crueldad" natural de los depredadores pero si evitan que sucedan matanzas innecesarias, ellas con sus discursos hablándoles a las plantas hacen que crezcan en el momento y el lugar adecuados, siembran las que son medicinales en ciertos lugares de los montes para que los humanos encuentren remedios a sus enfermedades.

Además las Hadas son atraídas por los gestos cotidianos de los humanos, les gusta el olor del café recién preparado, del Pan, del té, les gusta el arte, los dibujos de los niños, y sobre todo, les gustan las emociones de paz y de amor que vosotros tenéis en la vida, pues en realidad envidian vuestra Alma, ya que Gaia no les dio una cuando fueron creadas, en realidad son creación vuestra, aunque no lo creáis, las risas de vuestros niños cuando ríen por primera vez son las que les dan la vida.

Por eso os aman, pero también están muy disgustadas con vosotros, porque estáis destruyendo los bosques, la naturaleza en general, por vuestra inconsciencia.

Las Hadas son seres de luz, mitad energía, mitad materia, espíritus de la naturaleza que están desapareciendo, al igual que nosotros los Gnomos.

Los grandes incendios de todos los veranos merman los bosques donde vivimos, la agricultura intensiva con pesticidas nos están envenenando haciendo que nos refugiemos en nuestra dimensión, pero sino vamos a la vuestra acabaremos desapareciendo por no poder cumplir nuestras misiones en la Tierra.

Por ello vamos a ir por la puerta que lleva a vuestro Mundo, que cada Gnomo tiene en su casa, a ver uno de los lugares donde viven las Hadas, vamos a conocerlas, ellas tienen algo que deciros también. Más tarde conoceremos mejor las actividades de los Gnomos, pues es muy extenso el conocimiento que os vamos a dar-.

Gimmi les condujo a una habitación al fondo de su casa en la que había una puertecilla por la que había que entrar de rodillas, parecía un armarito de una alacena, pero les dijo:- Vamos de rodillas por esta puerta, este es el pasadizo por donde iremos a vuestra dimensión, pero iremos a él con nuestra envoltura elemental, por lo tanto nadie os verá, tomad estos azucarillos verdes y os volveréis como nosotros en vuestro mundo.

Atravesaron la puertecilla y de repente una luz cegadora les dio en la cara, sintieron como un tirón enorme hacia adelante y en un momento atravesaron un túnel con luz violácea, al momento se plantaron delante de un claro de un bosque que les resultaba familiar, era un claro rodeado de pinos, parecía ser un paraje de su querida Sierra, Gimmi estaba a su lado, les dijo:-Hemos llegado, estamos en el bosquecillo de pinos arriba del monte de las collas donde me diste las galletas para los pollitos, ¿te acuerdas?, recordad que sois invisibles, ahora tenéis la consistencia de un elemental, nadie os verá, vamos a visitar a las hadas de vuestro pueblo-.


Continuará....

 

 

 



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