miércoles, 25 de agosto de 2021

EL CHIP DE LA LIBERTAD (MICRORRELATO)

 


 Ya hacía años que se estaba gestando la idea, no era nueva pero sí que podía resultar beneficiosa para el sistema productivo mundial, pues podía permitir que se doblara el beneficio de todas las principales empresas multinacionales que controlaban el mercado de todo el planeta.

Los científicos no estaban conformes con esta nueva innovación en el campo del control mental, pues a largo plazo no sabían que consecuencias inesperadas se podían producir.

Los ensayos con animales no daban un resultado fiable, pues aún no se comprendía del todo el raciocinio de los mismos y como puede imaginar el lector no es nunca equiparable al raciocinio humano, pues nuestra psique es muy diferente a la de cualquier especie que habita en la Tierra.

Se escogieron voluntarios para empezar a ensayar "el método desalienante" o "el chip de la libertad", qué es como lo denominaron los políticos que alentaron el uso de estos nanochips que querían, a la larga, implantar a todos los seres humanos.

Existían tres grupos de chips, los denominados "Pigs", hechos exclusivamente para que la gente de poder pudiera tener el control de todos los demás, aunque eso nunca sería revelado a toda la población, solo los de un selecto club que manejaba el capital lo sabían y lo fomentaban.

Luego estaban los chips denominados "Dogs", unos especiales que se le iban a implantar a cierto tipo de personas que se preparaban especialmente para el manejo de las armas, predispuestas desde la cuna a obedecer órdenes sin rechistar, gente a la que no le importara nada más que cumplir el cometido que se le asignara, desde la escuela los iban seleccionando en clases especiales, ya desde los años veinte del siglo XXI empezaron con dicha selección, e incluso antes en el caso de los "Pigs", aunque esto era decisión de los padres pudientes que se lo podían permitir, pues esta casta era la única que podía elegir.

Por último se crearon los chips denominados "Sheep", los que iban a ser implantados al 90 por ciento de la población, sin miramientos, sin remordimientos y sin opción a negarse, bajo pena de cárcel o condenados al ostracismo social.

Estos chips eran los más peligrosos y los que proporcionaban mayor placer artificial a quienes los llevaban, la gran mayoría de obreros de las factorías, funcionarios administrativos, médicos y todos los relacionados con el funcionamiento de la industria debían estar "implantados".

El fin de estos implantes era proporcionar un control total al Gobierno Mundial, instaurado a mitad de los años veinte del siglo XXI, un gobierno totalitario pero maquillado de libertad, un gobierno que solo quería el máximo beneficio para una pequeña élite que estaba en la sombra, manejando los hilos de la política, de la ciencia y de la producción industrial, con unas intenciones realmente maquiavélicas, porque iban a crear un Mundo en apariencia feliz, entregado a solo una actividad, producir para consumir y hacer que cada vez ellos fueran más poderosos y más ricos.

Con las distintas pandemias que se sucedieron a lo largo de la década de los Veinte S.XXI, se logró enmudecer y atemorizar a toda la población, la gente se aisló socialmente y solo se entregaba al trabajo, las amistades se desvanecían, los vínculos familiares se reducían y la gente se convertían en islas en ciudades superpobladas en las que nadie se conocía.

Los poderosos se frotaban las manos por la cantidad de producción que la industria generaba, pero el Planeta moría y nadie podía hacer nada para pararlo, la humanidad estaba condenada y a los poderosos no les importaba, ya tenían preparado el plan de terraformación de Marte, numerosas bases ya estaban operativas en ese planeta y toda la élite pretendía exprimir la Tierra para irse al nuevo mundo modificado, una locura.

Era tanta la alienación de la gente con el trabajo y la falta de vida interior, de relaciones y de ocio que empezó a enfermar en una epidemia de apatía interior que hacía que no perdieran su capacidad productiva pero que de repente y sin aviso o síntomas murieran jóvenes, por lo tanto, una nueva pandemia que sin querer provocarla, sin ningún virus o patógeno se extendió por el Mundo, millones de personas murieron y la mano de obra de Industria se vio mermada de una forma espectacular.

Los poderosos tuvieron que solucionar ese problema y gracias a un famoso neurólogo francés que descubrió que al aplicar pequeñas descargas en una zona concreta del cerebro, este se desactivaba y se quedaba zombificado, en ese momento la persona pensaba lógicamente, era funcional pero no era consciente de lo que hacía, aunque lo hiciera de forma correcta, cumplía las órdenes y sabía lo que hacía pero luego no lo recordaba y además el cansancio que podía ocasionar el trabajar en ese estado se solucionaba con inyecciones mensuales de suplementos vitaminados que rejuvenecían el cuerpo, la mente se encontraba más fresca porque la parte consciente solo recordaba cuando no estaba trabajando y por lo tanto las hora de trabajo se podían suprimir de la vida de cualquier trabajador, implantado un chip que realizara esas descargas podría trabajar inconscientemente y cuando no lo hiciera su vida consciente sería un continuo vivir en el ocio y el bienestar, en libertad vigilada y controlada, pero en cierta manera felíz. 

Es decir, el chip proporcionaba una felicidad ficticia porque conscientemente siempre vivirías en ocio, en casa, en libertad, luego te desconectaría durante unas horas e inconscientemente trabajarías en tu alienante actividad sin enterarte, por lo tanto tu tiempo vital transcurriría ocioso, la otra parte de vida sería para quien trabajaras, pero no lo sabrías, por lo tanto la vida se acortaría unos 40 años, se vivirían 40 consciente y el resto siendo un esclavo inconsciente, con su salario y su mantenimiento pero sometido totalmente a la producción, eso sí, sin enterarse.

Este invento fue rechazado en un principio, pero por decretos y leyes fue obligatorio y la gente empezó a acostumbrarse a estar implantado, la vida entonces parecía fabulosa, pues nadie trabajaba, nadie estaba alienado, nadie estaba cansado gracias a la química que se les implantaba mientras estaban inconscientes en su trabajo.

Los militares también se implantaron con el chip "Dogs", por lo tanto nunca tendrían traumas, serían eficientes en combate y morirían sin enterarse, a merced de unos pocos que controlarían esos chips para que todo fuera perfecto, una perfecta máquina engrasada para producir, para hacer la guerra o la defensa de los países y así construir un Mundo Feliz en el siglo XXI.

Los que mejor lo pasaban, por supuesto eran los que tenían el chip "Pigs" pues ellos podían desconectarlo a voluntad, en realidad no les hacía falta, pero fueron implantados para el control de los demás, así su poder sería mayor, y no se equivocaron.

El Mundo se convirtió en unos pocos años en una gran Industria, los ríos se secaron, el mar se volvió gris, las nubes eran de color amarillo por el azufre en suspensión que se emitía a la atmósfera, los bosques se quemaron, los árboles del Amazonas capitularon y se deforestó completamente, los terremotos, corrimientos de tierras, tormentas infernales, huracanes y catástrofes eran el pan de cada día.

Pero la gente no lo sabía, y quienes se enteraban eran los que perecían en esas catástrofes, los medios de comunicación silenciaban todas las noticias que comprometían al poder y la gente aborregada seguía su vida sin miedo ni criterio, zombificada en el trabajo e idiotizada en su "libertad", todo fue un plan perfecto que derivó en el fracaso de la humanidad con el colapso de la Industria y de la civilización en 2050, los chips crearon un Mundo Feliz pero inconsciente, y la inconsciencia nos llevó a la quiebra, el Gran Jam se llevó por delante al 90 por ciento de la humanidad, un 5 por ciento consiguieron llegar a Marte, pero una epidemia en las bases creadas aniquilaron a los que se instalaron allí, por lo tanto solo un 5 por ciento de la población de la tierra sobrevivió, entonces vino lo que denominaron "La Gran Derrota", se volvió al salvajismo, los chips ya no funcionaron y la poca gente que quedó se vio reducida a crear tribus en los restos de ciudades que quedaron y cazar los pocos animales que quedaron y cultivos que surgían por generosidad de la madre tierra.

Fue el fin de todo lo conocido, y todo por un chip...

6 comentarios:

Javi Fuentes dijo...

Muy bueno, Juanma, El concepto de este relato es brutal, magnífico. Sigue por este camino, publica en este blog todas estas cosas que se te pasan por la cabeza, como son tus pensamientos o este tipo de relatos, y con un poco de suerte conseguirás que te siga mucha gente.
Quizás algún día, con unos cuantos relatos como este, puedas publicar un libro y hacernos disfrutar a tus seguidores y amigos.

Javi Fuentes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juanma dijo...

Muchas gracias Javi, con tu comentario me animas a seguir, un abrazo.

Unknown dijo...

Me ha gustado, un relato corto y me ha sumergido en mundo imaginario y a la vez real,

El interesado dijo...

Muy bueno. Por un momento me creía leyendo un libro de ciencia ficción. Pero quién sabe, quizá en un futuro no muy lejano...

Juanma dijo...

Todo se andará, amigo, gracias por tu comentario, abrazos