miércoles, 14 de agosto de 2024

UN PASEO EXTRAÑO CAPÍTULO 31

 

 Se sintieron extraños después de haber salido del Bajo Astral, sus cuerpos parecían ahora diferentes, Josu y Antoine habían adquirido su tamaño habitual, Gimmi era igual de bajito que la primera vez que lo vieron, Xena yacía agazapada en el suelo, se le notaba la respiración, pero no se despertaba, estaba exhausta y como desmayada.

Se incorporaron lentamente, primero Antoine, sacudiéndose el polvo de la caída, luego Gimmi hizo lo mismo, con una sonrisa miró a su alrededor y se quedó maravillado de verse a sí mismo y a sus compañeros, parecían estar bien.

Josu por el contrario seguía abrazando a Xena, aún no se había dado cuenta de que estaban a salvo, la apretaba con todas sus fuerzas, ella seguía inconsciente.

Intentó zarandearla un poco a ver si despertaba, parecía no reaccionar, respiraba lentamente, estaba viva, pero no volvía en sí, Josu estaba muy preocupado, después de la tremenda aventura que habían vivido para poder rescatarla, ahora que la tenían con ellos, no daba señales de consciencia, eso le hizo hundirse en la desesperanza y la tristeza, optó por levantarse con ella en brazos, con congoja dijo: -Antoine, Gimmi, creo que sabéis donde estamos, me es conocido este lugar, si no me equivoco estamos al lado de la cueva de Tía Paua, debemos ir a verla, quizás ella nos ayude a despertar a Xena, no sé que le pasa, está viva, respira, pero no responde su ser, está desmayada-.

-¡Vamos rápido, amigos!, dijo Gimmi, mi tiempo ahora es limitado en esta dimensión, vosotros habéis vuelto a vuestra forma humana original, el efecto de los azucarillos que os dí ha pasado, pero yo debo volver a la Ciudad Elemental, iré por mi puerta dimensional, la de mi casa, mi esposa debe estar muy preocupada, además debo dar informes al Fauno, sé que está esperándolos, las hadas mandaron emisarias para darle el conocimiento de nuestra partida al Bajo Astral, todo lo que hemos vivido debo transmitírselo para que lo apunte en el "Codex Elementaris", este conocimiento debe ser adquirido por todos los mortales que están aprendiendo de nosotros para ayudarnos a detener la "Entropía Elemental" de la que ya hablamos anteriormente-.

Antoine se acercó a Gimmi y le puso las manos en los hombros, con una inmensa sonrisa le dijo: - ¡Mi gran amigo Gimmi!, no sé como darte las gracias por todo lo que has hecho por nosotros, nos has ayudado a cruzar una de las peores dimensiones del Astral, has sufrido lo indecible, pero lo has superado todo, hemos formado un gran equipo, no quiero perderte como amigo, quiero estar siempre en contacto contigo, aún tenemos muchas cosas que aprender y hacer-.

- Por supuesto, querido Antoine, vamos a estar en contacto porque aún no ha acabado nuestra misión, debo partir a mi dimensión elemental, pero pronto sabrás de mí, yo me pondré en contacto contigo, ahora tienes la habilidad de entrar en la nuestra, recuerda que eres medio elemental, tu madre te ha abierto esa capacidad-.

Josu estaba atento a Xena, no se dio prácticamente cuenta de la conversación de Antoine y Gimmi, solo pensaba en como devolverle al conocimiento,quería despertarla de este extraño letargo.

Antoine se acercó a Josu y le hizo levantar en brazos a Xena, con una mirada seria le instó a que le siguiera, Josu sin decir ni una palabra, con los ojos vidriosos por la tristeza de ver a su amada inerte empezó a caminar tras de él.

Gimmi se acercó a Josu y le dió un abrazo, le dijo: -Querido Josu, siempre voy a estar contigo, esto aún no ha acabado, hay asuntos que me requieren, pero pronto nos vamos a ver, vuestra misión aún está por cumplir, ahora conocéis mucho de nosotros, los Seres Elementales, de las distintas dimensiones y los peligros que corremos todos por la presencia del Mal, debes ser fuerte, quiero que dejes a Xena tendida en el suelo, sabes que tengo poder de curación, voy a intentar despertarla con mi medicina elemental, ella ya no lo es, pero su esencia permanece, creo que puedo hacerlo-.

Josu dejó a Xena con delicadeza, la acostó en un pequeño prado que había entre dos pinos cerca de ellos, Gimmi se puso a frotarse las manos y un destello azulado empezó a brillar en ellas, le impuso las mismas a Xena, que yacía dormida,  el brillo azulado empezó a transmitirse a la chica, todo su cuerpo empezó a iluminarse con la luz azulada, Gimmi parecía estar agotándose, le costaba mantener aquella luz, movió las manos por todo su cuerpo,durante dos minutos no pasó nada, pero cuando transcurrieron ella empezó a respirar agitadamente, movió la cabeza de un lado a otro, entonces abrió los ojos, se quedó mirando al vacío durante unos momentos y con un movimiento rápido se incorporó, al hacerlo se le cayó la chaqueta que le había puesto Josu, ella se dio cuenta de su desnudez y con un movimiento rápido se tapó con ella, recuperó su consciencia, por lo visto estaba bien.

Josu se quedó estupefacto y muy feliz al ver que Xena volvía a la vida, se puso a su lado y le dijo: -Querida Xena, hemos vivido momentos muy duros, pero hemos conseguido rescatarte del Bajo Astral, ahora estás en mi mundo, estás bien, vamos a ver a una mujer que va a ayudarnos, es aquí cerca, no te preocupes, todo va a ir bien, pronto tendrás respuesta.-

-¡Quienes sois!- gritó Xena, apartándose con un empujón de Josu, ¿por qué estoy desnuda? ¿qué me habéis hecho?, ¿por qué no tengo mis alas? ¿y mi tiara?, yo estaba en mi cueva con mis hermanas, recuerdo la batalla con los Duendes, una nube de polvo y de repente la oscuridad, ahora me he despertado aquí, vagamente me suenan vuestras caras, pero estoy muy confundida-.

Josu se acercó a ella y le dijo: -Somos Josu y Antoine, fuimos a buscar a las hadas junto con el gnomo Gimmi, el que está a nuestro lado, tú lo conoces, míralo bien, él nos ayudó a encontraros, estábamos aprendiendo de vosotras, vuestra misión en el Mundo, lo que hacíais en la naturaleza, pero no concluimos nuestra instrucción elemental, por eso debemos contactar con tu hermana Ari para ver que podemos hacer para que puedas volver con ellas algún día.

La consternación de Xena era evidente, se quedó callada, se abrazó a si misma y dijo: -Vamos a ver a la mujer de la que me habláis, debo intentar vestirme, no me encuentro bien, necesito centrarme y ayuda femenina.-

Gimmi le dijo:- Amigos, querida Xena, debo irme, mi tiempo en esta dimensión acaba, pronto sabréis de mí, ahora debéis ayudar a Xena y volver a vuestra vida hasta que se os avise, habéis tomado contacto con el mundo Elemental, esperad mi llamada pronto, debéis recuperaros de todas las vivencias que habéis tenido, vuestra instrucción debe continuar, ahora descansad, me voy, nos vemos pronto...-

Gimmi desapareció en un abrir y cerrar de ojos, Antoine estaba un poco consternado, pues el libro que le dio al Fauno era muy valioso, quería recuperarlo, por lo tanto tendrían que volver a la Ciudad Elemental, ahora el problema era Xena, era humana, debían ir a casa de Tía Paua a que les diera cobijo y volver un tiempo a la "vida normal" para reflexionar y ver como ayudarla, había perdido su condición elemental, adaptarse a esta nueva dimensión no sería fácil para ella, además parecía estar amnésica, apenas les recordaba y su consternación por no verse como hada era evidente, venían nuevas dificultades, quizás la atención de Josu, el nuevo conocimiento adquirido por Antoine y la sabiduría de Tía Paua podrían ayudar a nuestra nueva compañera Xena.

Xena se incorporó ayudada por Josu, no parecía muy convencida de conocerle, pero se dejó llevar porque se sentía débil aún, Antoine cogió la mochila de Josu y la suya, les sacudió el polvo y se dirigieron a la cueva de Tía Paua, no habrían más de dos kilómetros para llegar, en unos minutos estarían allí, pensó Antoine, Josu seguía intentando hacerle ver a Xena quien era, ella aún estaba perdida.

 

Continuará...



3 comentarios:

Aine luz de luna dijo...

Me está gustando mucho y además te engancha con tantas emociones y tanta acción . Felicidades, Juanma

Juan Manuel Mas dijo...

Muchísimas gracias Aine, no sabes el bien que me hace leer estos comentarios, sigo con más ganas, abrazos, amiga.

Javi dijo...

Muy bien narrado. Creo que cada capitulo que escribes lo haces mejor. Enhorabuena, JuanMa