lunes, 1 de abril de 2024

UN PASEO EXTRAÑO CAPÍTULO 23

 


Antoine, Josu y El Errante siguieron la senda que habían tomado los Duendes que habían secuestrado a Xena, siguieron durante mucho tiempo, a su alrededor se hacinaban montañas de insectos, putrefacción, miles de árboles secos que configuraban un paisaje siniestro, oscuro, solo iluminado por decenas de fuegos fatuos que surgían aquí y allá sin un patrón establecido, suficientes para ver las sombras y las figuras de los entes que moraban en aquel lugar.

Se sentían observados y amenazados, El Errante iba siempre delante, seguido por Antoine y Josu en la retaguardia, este estaba muy nervioso y temeroso, aquel lugar helaba la sangre a cualquiera y Josu no se destacaba por saber ocultar su miedo, cosa que Antoine dominaba a la perfección, de Errante no se podía saber, pues su hierático rostro no transmitía emoción ninguna al hablar, era serio y recto como una estatua que se moviera.

-Mirad hacia vuestra derecha- dijo El Errante -Contemplad la concentración de Espíritus burlones que hay en ese lugar. 

Miraron hacia donde les dijo y vieron una especie de agujero en el suelo putrefacto más oscuro que la propia oscuridad, alrededor de él, como siguiendo un vórtice de viento introduciéndose en el mismo habían Seres parecidos a las Sombras, pero de un color marrón grisáceo, con un gorro como de bufón en la cabeza, mirada siniestra con las cuencas de los ojos vacías, estaban danzando alrededor de aquel negro agujero, saltaban y se dejaban arrastrar hacia el mismo, desapareciendo en su interior.

-Estamos contemplando una sesión de Ouija, queridos amigos- dijo El Errante- Este es el aspecto real de aquel mal llamado juego, gracias a las invocaciones de los desprevenidos humanos que usan este método de contacto "espiritual", atraen con ellas a estos seres degradados que usan la telepatía para hacerse pasar por sus familiares o espíritus conocidos, dando malos consejos, dejando entrar a la energía negativa de los Seres Sombra, provocando en las personas sensitivas que luego tengan la llamada "Parálisis del Sueño", haciendo que la locura, el malestar y las malas vibraciones derivadas a la mala suerte entren en sus vidas, a la vez alimentándose de su malestar, provocado por ellos-.

Antoine y Josu se quedaron estupefactos al ver la realidad que aquella práctica provocaba en aquella dimensión, y las consecuencias que traía.

Se alejaron de aquel lugar y siguieron adelante, guiados por El Errante llegaron a un lugar que estaba extrañamente seco, allí no había fango, el olor era más tolerable, era un descampado bastante grande, en medio del mismo había una plataforma con una puerta con un marco de piedra en medio, la puerta era enorme, tendría unas dimensiones de unos seis metros por tres de ancho, parecía de madera labrada, con unas incrustaciones de un metal parecido al plomo, en la misma había unos símbolos escritos en un lenguaje que ellos nunca habían conocido.

Se pararon junto a la puerta, no tenían ni idea que hacía allí en medio de la nada este objeto tan desubicado, aparentemente no llevaba a ningún sitio, además estaba cerrada.

-Estamos en uno de los pórticos donde descienden los seres más temibles que visitan el Bajo Astral- dijo El Errante- debemos alejarnos rápidamente de aquí, nunca se sabe cuando pueden venir, son imprevisibles-.

-Pero, ¿de quien se trata?, Errante,¿por qué temes tanto a estos seres?- dijo Antoine.

-Este es uno de los Pórticos donde los Arcontes atraviesan las dimensiones para venir aquí, a la más cercana a la vuestra, Antoine, estos seres son ultra poderosos, son lo más parecido a un Dios, son los que actualmente dirigen casi todo el destino de la humanidad, pues no pueden hacerlo del todo al tener vosotros el Libre Albedrío que se os otorgó al nacer-.

-Ellos son llamados por  los Seres Sombras para que vengan a recolectar la "cosecha" de almas perdidas, de los que no saben que han muerto, de los que se han suicidado y de los que han cruzado el umbral sin ver la luz, entonces vienen, atraviesan el pórtico escrito en Lengua Angelical y disfrazados de Seres de Luz engañan a las almas desprevenidas, desesperadas por ver la Luz, sin saber que la verdadera Luz aún queda muy lejos.

Para suprimir el libre albedrío de las mismas les hacen firmar un contrato, les dicen que van a ir a un sitio mejor, pero es entonces cuando los devuelven a la rueda de la reencarnación sin Karma, la que hace que vuelvan a existir en vidas desgraciadas, las que generan gran sufrimiento en estas almas, con ese sufrimiento los Arcontes darán de comer a sus esbirros Sombra y se alimentaran ellos, haciendo que la humanidad no transcienda, no cambie, ellos son los que proporcionan la tecnología bélica a los humanos, con sus inspiraciones a los genios, ellos inspiraron a Einstein, a Oppenheimer, a miles de científicos que descubrieron muchas cosas "por casualidad" que derivaron al final en la energía nuclear y por ende el armamento atómico, con el lograron abrir el Pórtico más grande que se hubiera visto nunca, ahora ya pueden instalarse aquí, de hecho ellos son los que realmente dirigen vuestro mundo, vuestra política, tan nefasta e incoherente con vuestra humanidad, así poco a poco se irá degradando hasta conseguir que ella misma se destruya, este es el objetivo de estos Seres Increados, los enemigos de Gaia, de Dios-.

Antoine y Josu no salían de su asombro ante lo que El Errante les estaba contando, para Antoine este discurso se hizo familiar, pues cuando estaba en la logia muchas veces de había hablado de la posibilidad de que Seres Superiores estuvieran dirigiendo los gobiernos en la Sombra, pero no se les daba un nombre, ni una ubicación, ni cómo podían hacerlo, ahora lo sabía y estaba realmente aterrado ante la magnitud de esta situación y lo pequeño que era él para poder afrontar algo así.

Quisieron seguir después de ver aquel Pórtico en medio de la nada, pero empezaron a escuchar susurros en la oscuridad y a ver movimiento alrededor de ellos, la luz de los fuegos fatuos no daba para distinguir lo que había, el medallón de Antoine parecía tampoco ser suficiente para iluminar más allá de cinco metros, los tres compañeros se juntaron de espaldas para protegerse de aquello que fuera lo que había allí.

Se situaron a un lado de aquel inmenso Pórtico, se sentían asediados por algo desconocido, una pesadez tremenda parecía posarse sobre sus hombros, la Oscuridad les estaba invadiendo cada vez más.

Antoine se aferraba con todas sus fuerzas a su Tetragramatón, su luz parecía no ser suficiente para ver la auténtica amenaza que tenían delante, en su interior invocó al espíritu de su maestro en la Logia, su nombre era Eliphas, le rogó que le inspirara como poder salir de aquello, nunca se había enfrentado a tanta oscuridad, en ello estaba cuando Josu le agarró el brazo y le dijo: -Antoine, creo distinguir entre medio de este caos de Sombras, espectros y desencarnados a tres figuras que me son familiares, ¡mira hacia allí delante!- Parecen tres Sombras con Sombrero, dijo Antoine, -¡Maldición, deben de habernos seguido el rastro y ahora estamos a merced de su negatividad!-.

El Errante se irguió con aire altivo y les dijo a nuestros amigos:- Josu, Antoine, poneros detrás de mí, voy a intentar dialogar con estos seres, a veces se les puede desviar la atención, quizás si lo conseguimos podremos abrir una brecha de luz y huir a través de ella a otra parte de este Limbo Astral, seguidme la corriente-.

Los tres Hombres del Sombrero se situaron delante de ellos, con una voz gutural, el del sombrero de Ala Ancha les dijo: -Habéis osado entrar en nuestro reino, aquí no sois bienvenidos, lo que queréis conseguir os va a ser imposible, ya habéis perdido a uno de vosotros, el Hada ya es nuestra y servirá a nuestra causa, la vuestra ya está perdida, nada os va a salvar-.

- Mi señor Sombra- dijo El Errante- Me conocéis desde hace siglos, nos hemos encontrado varias veces en esta desolación, no desconocéis que mi trabajo consiste en sacar almas de este lugar, pero también es verdad que aquí os sobran, la humanidad está perdida y nunca os va a faltar alimento, ¿qué ganancia vais a obtener de un joven enclenque y un aspirante a mago de medias tintas?- Yo también necesito realizar mi trabajo, ¿no os ha bastado obtener a dos nuevos esbirros, uno por la fuerza y otro por la oscura magia de vuestras vibraciones?, ha estos dos "desgraciados", esto entre nosotros, los voy a guiar a la tierra de la desesperación, pues han entrado sin permiso, ese es su castigo, como debéis saber bien-.

Josu y Antoine no daban crédito a lo que El Errante estaba diciendo, ¿los estaba traicionando?, ¿era una estratagema para poder ganar tiempo?, o en verdad estaban vendidos a estos seres malignos.

El Hombre del Sombrero se adelantó hacía el Errante, el hedor que emanaba era insoportable, su visión espeluznante puso los vellos de punta a nuestros dos amigos humanos, se sintieron pequeños ante esta visión.

-Gusano Errante, no intentes engañarnos, sabemos que estás ayudando a estos seres, su vida refulge en este lugar sin esperanza, atraen a los espectros como las bombillas encendidas a los insectos, tu interés en ayudarles no es fortuito, sabes que así podrás ascender a la Luz un poco más, pues aún tienes que purgar muchos errores, aunque es posible que este sea tu último acto en este lugar y las demás dimensiones, ¡te vamos a aniquilar!, no mereces otra cosa, Errante-.

El del Sombrero de Ala Ancha alzó los brazos y en una lengua extraña empezó a invocar a alguien, en un momento fue formándose un vórtice negro más oscuro que la propia oscuridad alrededor del Pórtico.

Un viento huracanado fue alejando a todas las Sombras que pululaban por alrededor dejando el descampado vacío, el ruido era insoportable, extrañamente los tres Hombres del Sombrero permanecían estáticos, inamovibles delante de ellos, amenazantes, mientras que detrás de El Errante estaban Antoine y Josu, ya no se sentían protegidos, Antoine rezaba y pedía instrucciones a su guía, Josu solo pensaba en Xena y en su amor, no le quedaba otra, pero ahora no podía verla en su burbuja protectora de amor y luz, la estaba perdiendo, su corazón se helaba con la oscuridad.

Un trueno como nunca habían oído en su vida Antoine y Josu sonó en aquel lugar, miles de rayos iluminaron entonces todo los alrededores, un olor a quemado inundó la zona y vieron como todos los rayos confluían en el Pórtico, las letras del idioma extraño de aquel portón se iluminaron y una grieta luminosa empezó a abrirse a la vez que él mismo. 

El Hombre del Sombrero de Ala Ancha llamó a sus dos acompañantes, los tres alzaron los brazos y a la vez invocaron otra vez en aquel idioma extraño, el Portón se abrió de par en par y una luz tremenda salió de él, poco a poco fue apagándose hasta quedar un pasillo de luz negra de la cual salía un viento helado.

El huracán de antes se paró y se hizo el silencio, solo roto por el aire que salía de aquella enigmática puerta dimensional, su luz negra no dejaba ver el interior, pero se intuía que algo venía a través de él.

Antoine empezó en ese momento a recibir un pensamiento en su mente, le decía que tenía que pronunciar el nombre sagrado de cuatro letras cuando se viera perdido, el Tetragramatón le haría saberlas, les daría poder, ellas eran la clave de la salvación en este momento.

Los tres espectros estaban delante de nuestros amigos, El Errante quedó callado, con un terror que ahora si se reflejaba en su rostro, nuestros amigos quedaron estupefactos ante aquello que venía, se temían lo peor, en ese momento se confirmó.

Un gigante de unos tres metros, con una armadura de color negro, con la piel blanca como la leche, los ojos de un color azul intenso, el pelo largo, rubio, musculoso, con símbolos escritos igual que los que habían en el Portón, grabados en la armadura, salió de aquella grieta de luz negra, con voz atronadora preguntó:- ¿Quién ha osado llamarme?- Aun no era el momento de venir a recolectar, espero que haya sido por una buena razón-.

-¡Es un Arconte!, dijo El Errante, estamos perdidos, ¡nada ni nadie puede detener a este ser adimensional, pues no existe como tal, es solo un holograma de energía densificada, nada le puede dañar!, es la primera vez que veo uno, ¡nada se de como luchar o huir de él, es lo más parecido a un Dios!

-Amo, estos seres quieren arrebatarnos nuestro trofeo elemental, están aquí sin permiso, son los que han sido elegidos, entre muchos por los seres Elementales inferiores para dar a conocer nuestra existencia y dar un mensaje a la humanidad para prevenirla, con este conocimiento podemos perder muchas cosechas de almas, por eso le he llamado, quiero que les haga sufrir y mueran aquí para arrebatarles su alma, aunque tienen ahora condición elemental, no le será difícil, uno es un mago, el otro es sensitivo, son una amenaza, ya saben demasiado-.

 

Continuará...



 


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